Las ventas de cava ecológico se disparan

Las ventas del espumoso español de método tradicional alcanzaron un "récord" de más de 250 millones de botellas el año pasado, y el cava de producción ecológica se llevó una parte considerable de esto, según datos del Consejo Regulador de la DO Cava.

En total, en 2023 se vendieron casi 252 millones de botellas de Cava, lo que supone un incremento del 1,09% (2,7 millones de botellas) respecto a la cifra de 2022. El mercado nacional fue un factor especialmente impulsor, con un aumento interanual del 4% en las ventas.

De hecho, en España, el cava es el vino espumoso que más ha crecido, representando ya el 87,7% del volumen total (un 3,9% más que en 2022) y el 78,8% del valor (un 10,6% más). El presidente del Consejo Regulador de la DO Cava, Javier Pagés, ha señalado: "El aumento de los vinos espumosos de calidad en España refleja que el aprecio de los consumidores es cada vez mayor y buscan cavas de mayor calidad".

En cuanto a los mercados de exportación, Alemania, conocida por su alto consumo de vino espumoso, lidera el camino con la importación de 31,3 millones de botellas de cava (un 4,14% más que en 2022), seguida de Estados Unidos, que importó 21,6 millones, una cifra que en realidad representó un descenso del 13,48% respecto al año anterior. De hecho, una investigación de la ya desaparecida plataforma de entrega de alcohol Drizly descubrió que solo el 1% del vino espumoso abierto por los estadounidenses en la víspera de Año Nuevo de 2023 sería cava, en comparación con el champán, que tenía una participación del 67%, lo que sugiere que el cava como marca todavía tiene que hacer grandes avances al otro lado del charco.

Quizás sorprendentemente, dada su población relativamente pequeña en edad de beber (alrededor de 9 millones), Bélgica es el tercer mercado más grande para la efervescencia española, importando 22 millones de botellas en 2023, un aumento del 5,44% con respecto a 2022.

Justo por detrás se encuentra el Reino Unido, con un aumento del 5,38% en las ventas que se traduce en 16,8 millones de botellas vendidas. El crecimiento más importante, aunque desde un punto de partida bajo, se produjo en el mercado emergente de Brasil, donde las importaciones de cava aumentaron un asombroso 75,82%, aunque en realidad solo representó un total de 1,9 millones de botellas de cava.

Un caso de éxito importante fue el de las ventas de cava ecológico, que crecieron un 24,59% hasta los 32,3 millones de botellas, por el contrario, las ventas de cava elaborado mediante viticultura convencional cayeron un 1,65%. Esto es indicativo tanto de la creciente demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores, como del crecimiento de la producción ecológica en la D.O.: las recientes normativas han determinado que todo el Cava de Guarda Superior tiene que ser 100% ecológico para 2025. Otras regulaciones para este nivel de calidad incluyen requisitos de envejecimiento más largos, que ahora se ubican en 18 meses, antes de ser de 15.

"La nueva segmentación del Cava ha dado un impulso al sector", argumentó Pagés.

El cava no es el único vino espumoso tradicional que está ganando terreno, Crémant también se está beneficiando de las presiones del coste de la vida que frenan las ventas de champán.

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