Accolade Wines es adquirida por el consorcio liderado por Bain

Como se esperaba, Accolade Wines, segundo productor australiano, ha sucumbido a un canje de deuda por acciones y a un cambio de control.

Ha sido adquirida por un consorcio de inversores liderado por Bain & Co solo cinco años después de que el grupo inversor estadounidense Carlyle se abalanzara sobre Accolade por 1.000 millones de dólares en 2018, en un momento en que los activos vitivinícolas australianos parecían más atractivos.

Accolade se vio muy afectada por los aranceles punitivos aplicados por China al vino, que se introdujeron a raíz de una disputa política con el gobierno australiano sobre los derechos humanos y los orígenes de la pandemia del coronavirus. El ex primer ministro Scott Morrison comparó el apaciguamiento de China por parte de Occidente con el de Hitler en Múnich, pero la situación se ha descongelado con el nuevo primer ministro Anthony Albanese.

La situación en China se vio agravada por el hecho de que los consumidores siguieron subiendo de categoría, lo que dejó a los productores de vinos básicos, como Accolade, con un exceso de oferta y unas finanzas al límite.

"Como todos los viticultores australianos, en los últimos años nos hemos visto afectados por una serie de dificultades macroeconómicas y del sector", declaró Robert Foye, Director General de Accolade.

"Nuestra capacidad para responder a estos retos y crecer se ha visto obstaculizada por un balance insostenible".

Historia orgullosa

En una declaración que acompaña al anuncio, Accolade afirma: "Accolade Wines tiene una larga y orgullosa historia en Australia como productor de vinos de categoría mundial y esperamos que siga siendo así durante muchas décadas.

"Esperamos que esta reestructuración construya un futuro a largo plazo más seguro para la empresa".

A pesar de poseer marcas de renombre como Hardy's y Banrock Station, Carlyle había señalado problemas en Accolade con la venta de marcas más pequeñas como Bay of Fires de Tasmania y House of Arras.

La empresa había acumulado deudas impagables, incluido un préstamo de casi 600 millones de dólares australianos que vence el año que viene.

Cronometraje

El golpe a Accolade ha sido cuidadosamente programado.

El nuevo consorcio Bain, denominado Australian Wine Holdco, había estado comprando acciones de Accolade con grandes descuentos, lo que aumentó la presión sobre Carlyle.

Esperan completar la recapitalización de la empresa en los próximos meses y, ominosamente, ya han iniciado conversaciones con los productores del sur de Australia para renegociar los contratos de suministro de uva.

Como ya informó el sector de las bebidas, muchos cultivadores están al borde de la quiebra y Australia tiene un excedente de unos 2 millones de botellas respecto a la demanda a medida que se acerca la cosecha de 2024.

Los analistas esperan que la empresa reestructurada se convierta en un objetivo de consolidación para un gran comprador comercial o una empresa de capital privado en un movimiento similar al de Carlyle en 2018.

El lado positivo para Bain y sus socios es que aumentan las esperanzas de que el mercado chino de vinos australianos se reabra pronto.

Pekín está llevando a cabo una "revisión" de los aranceles punitivos y se espera que pronto vuelvan a fluir las exportaciones.

China

Pero eso no será la panacea para los problemas del sector.

Los bebedores chinos se están alejando de los vinos, sobre todo de las líneas de productos básicos, en favor de las bebidas espirituosas y, al mismo tiempo, los productores de Sudamérica, Sudáfrica y Europa se han movido rápidamente para llenar los huecos de las estanterías.

Las empresas vinícolas australianas, entre ellas la mayor, Treasury Wine Estates, se han dirigido a otros mercados de Asia y Norteamérica para intentar compensar la pérdida de ventas chinas.

Australian Vintage, tercer productor australiano, ha estado llevando a cabo una revisión estratégica de todas sus operaciones y los accionistas esperan sus conclusiones a finales de este mes.