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Una investigación en Argentina y Chile revela una diversidad criolla "mayor de la esperada

En la mayor cumbre sobre variedades de uva criolla celebrada hasta la fecha, organismos de investigación de Argentina y Chile han revelado el descubrimiento y la identificación de más de 100 variedades criollas diferentes.

 

Las variedades criollas hacen referencia a una extensa red de variedades autóctonas nacidas en Sudamérica, procedentes de cruces de las primeras cepas de Vitis vinifera plantadas en el continente: Moscatel y Listán Prieto.

El 16 de noviembre, en Mendoza, en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el investigador argentino Jorge Prieto reveló que han descubierto que el árbol genealógico de las variedades criollas es mucho mayor "de lo que esperábamos". Al presentar el nuevo árbol genealógico ampliado, Prieto resumió: "Hemos pasado varios años visitando las diferentes regiones vitivinícolas de Mendoza, San Juan, Catamarca y Salta tratando ahora de identificar estas variedades de uva. Ahora hemos identificado 60 variedades criollas diferentes, 36 de las cuales son nuevos descubrimientos".

El INTA ha aislado 10 de esas "nuevas" variedades que muestran mayores cualidades enológicas y su colega investigador Gustavo Aliquo presentó varias cosechas de vinos experimentales ante un auditorio de más de 120 bodegueros y productores. La degustación incluyó Balsamina Patagónica (cruce entre Malbec y Torrontés Mendocino), Pascua (cruce entre Listán Prieto y Muscat Blanc à Petits Grains) y Apicia (cruce entre Criolla variedad Canela y Muscat Blanc à Petits Grains).

Mientras tanto, en Chile, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) se ha centrado en la identificación de sus distintas variedades criollas, con estudios realizados principalmente en el Maule y el norte de Chile. En el mismo seminario técnico, Nilo Mejía, del INIA La Platina, reveló que han identificado 86 variedades criollas diferentes en Chile. De estas 86 variedades, 43 son NN, probablemente variedades completamente nuevas.

"Recién estamos empezando a descubrir la diversidad de variedades que tenemos en Chile", agregó Irina Díaz, de INIA Raihuen. "Todavía queda mucho trabajo por hacer, tenemos una enorme diversidad de variedades criollas en Sudamérica. Estamos haciendo un esfuerzo común para trabajar juntos [con investigadores de Argentina, Perú y Bolivia] para identificar estas variedades. Estas variedades forman parte de nuestro ADN, se transmiten de generación en generación".

Sin embargo, lo más probable es que los resultados de estos estudios de los últimos años sean sólo la punta del iceberg. En una visita técnica realizada a principios de este año al norte de Argentina, el viticultor Agustín Lanús afirma que el INTA recogió 90 muestras diferentes de distintas variedades de uva (aún por analizar) que, sin duda, seguirán ampliando el creciente árbol genealógico criollo. ¡Esté atento a este espacio!

Amanda Barnes es la corresponsal habitual del sector de las bebidasen Sudamérica y autora de The South America Wine Guide.

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