La agilidad de los viticultores del Loira durante un año estresante da lugar a "vinos notables

Una temporada "particularmente" estresante, con un tiempo abrasador seguido de lluvias intermitentes en todo el Valle del Loira, ha afectado a los rendimientos, pero los vinos siguen siendo "prometedores" gracias a la agilidad de los viticultores, según el organismo comercial InterLoire. 

El presidente de InterLoire, Lionel Gosseaume, ha declarado que, a pesar de la "temporada particularmente estresante" para los viticultores, en la que se ha registrado una enorme variación de una denominación a otra en términos de rendimiento y maduración, en términos de calidad, la añada 2023 se muestra muy prometedora, ofreciendo "un espléndido equilibrio entre dulzor y acidez, con maravillosas notas afrutadas y una graduación alcohólica moderada".

Aunque los rendimientos de Cabernet Franc se vieron afectados, los vinos se mostraron "llenos de una maravillosa redondez y taninos sedosos", mientras que el Chardonnay y el Pinots Noir, utilizados para elaborar el Crémant de Loire, ofrecieron "un perfil aromático equilibrado y afrutado, con una maravillosa frescura y tremendamente prometedores para la añada de 2023". El calor abrasador en Muscadet llevó a algunas fincas a vendimiar por la noche para evitar temperaturas excesivamente altas que podrían haber desencadenado una fermentación prematura, dijo la organización, pero el sol "dio a las uvas de Melon de Bourgogne su frescura distintiva".

"Teniendo en cuenta las dispares condiciones meteorológicas, la agilidad y la destreza técnica demostradas por los viticultores durante la vendimia han sido especialmente vitales este año", declaró Gosseaume. "El cuidado puesto en el proceso de vinificación es ahora un factor determinante para garantizar una cosecha de alta calidad que responda a las nuevas expectativas de nuestros consumidores".

Loira Central

Aunque los rendimientos se vieron menos afectados en las denominaciones del Centre Loire, François Dal, de Sicavac, el brazo técnico del BIVC (Bureau Interprofessionnel des Vins du Centre), coincidió en que 2023 fue "una añada típica de viticultores".

Aquellos que hicieron un trabajo concienzudo en el viñedo obtuvieron su justa recompensa con altos rendimientos, una madurez óptima y zumos perfectamente equilibrados", afirmó.

El BIVC señaló que las uvas estaban sanas, pero con un contenido de azúcar ligeramente inferior en las uvas blancas que en años anteriores. Los rendimientos son elevados, con zumos "muy limpios y puros, con un equilibrio y una finura impresionantes".

Tras un invierno frío y húmedo, la primavera se adelantó y resultó seca, con un aumento de las temperaturas a finales de abril tras la brotación, aunque volvió el tiempo húmedo. Los viticultores tuvieron que permanecer vigilantes contra las enfermedades fúngicas en abril y de nuevo en el caluroso y húmedo mes de junio, pero un repentino estallido de calor hacia el final del periodo vegetativo dio un bienvenido impulso a la madurez de las uvas justo antes de la vendimia.

"Las uvas tintas alcanzaron la madurez fenólica más tarde que las blancas, recompensando a los viticultores que esperaron un poco más para empezar a vendimiar", señala el BIVC.

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