ProWein: La Rioja Alta explica su proyecto de 'tiny parcels'

La Rioja Alta ha explicado la filosofía y los planes detrás de su proyecto Artisan Vineyards en ProWein en Düsseldorf.

El concepto, que comenzó cuando el productor comenzó a comprar parcelas de tierra principalmente en Rioja Alavesa, incluye algunos viñedos centenarios.

A partir de 2021, La Rioja Alta inició la compra de viñedos donde los métodos tradicionales de viticultura dentro de la región estaban en peligro de desaparecer.

Según el enólogo Julio Sáenz, dijo a db que las "pequeñas parcelas" fueron compradas a familias locales y productores que habían sido propietarios o administraban la tierra durante muchas décadas.

Bautizadas como Viñedos Artesanos, las parcelas de la añada 2021 "no son solo una marca", como ha explicado Sáenz, sino algo más especial. Estas minúsculas parcelas están "perfectamente integradas en el paisaje", ha dicho, y situadas en lugares estratégicos, no han sufrido ninguna alteración con el paso de los años y son plantas antiguas, con fisonomía retorcida, coriácea y antigua.

Su nutrición es tan escasa, tienen raíces profundas en busca del agua y el alimento que ofrece el suelo, el sol es a menudo su único alimento, y las plantas responden dando cosechas modestas, granos pequeños y racimos sueltos.

Como resultado se produce en pequeña cantidad, como han podido comprobar en las tres vendimias (2021, 2022 y 2023) que han podido llevar a cabo a partir de estas cepas, donde predomina el Tempranillo.

Herbáceo

Dejando a db un adelanto del primer vino, Sáenz describió el vino como "fresco, especiado, afrutado, herbáceo y ligero con taninos suaves".

La añada 2022 incluye "diferentes parcelas con diferentes tipos de vinos", continuó Sáenz, con planes de lanzar el vino antes de septiembre.

"Se trata de mantener la historia, el patrimonio y la calidad de los vinos", dijo, explicando cómo cada una de las parcelas era única en una historia familiar, hasta el punto de que llevaban el nombre de miembros de la familia, como "Hermosa vista Juan", y habían sido propiedad de una familia durante varias generaciones.

Las parcelas eran a menudo extremadamente pequeñas, por ejemplo alrededor de 0,06 ha, y debido a los elementos a medida de cada una, tenían diferentes tiempos de cosecha, lo que hacía que el manejo fuera oportuno e intensivo. La altitud a menudo también jugó un factor importante.

Pero Sáenz dijo que el productor fue impulsado por la atención al detalle en el proyecto y un deseo apasionado de continuar administrando y manteniendo la historia de los viñedos de los que ahora eran custodios.

Selectivo

Guillermo de Aranzabal Agudo, presidente de La Rioja Alta S.A., añadió sobre el proyecto: "Inicialmente nos marcamos el objetivo de llegar a las 75 hectáreas. A día de hoy ya contamos con 70 hectáreas repartidas en más de 120 parcelas donde la superficie media ronda las 0,4 hectáreas.

"Para llevar a cabo este proyecto, construimos una pequeña bodega de vinificación muy selectiva que nos está permitiendo conocer mucho mejor cada una de estas extraordinarias parcelas y así descubrir su verdadero potencial. Este espacio cuenta con nueve pequeños depósitos de fermentación troncocónicos, con una capacidad individual de 6.000 litros, perfectos para trabajar de forma separada con la uva de cada paraje o parcela.

"Surge otra pregunta: ahora que tenemos estos vinos únicos, ¿qué vamos a hacer con ellos? Todavía no lo sabemos pero, como me dijeron cuando entré en la bodega hace 35 años... Solo preocúpate de hacer buenos vinos, y si son buenos, te los pedirán".

"La Rioja Alta, S.A. inicia este proyecto estratégico a largo plazo, cuya evolución quieren disfrutar poco a poco con sus clientes y amigos, repartidos por los más de 80 países en los que actualmente tienen presencia con sus vinos".