Una empresa vinícola de Oregón ayuda a veteranos de guerra a convertirse en agricultores

Antaño, Roma conquistaba su vasto imperio a golpe de espada. Si sobrevivían, los soldados romanos que se retiraban recibían una parcela de tierra como recompensa. Hoy, la Dauntless Wine Cø. de Oregón hace honor a esta antigua tradición romana en Estados Unidos.

Ben Martin, veterano de la Infantería de Marina, cofundador y enólogo, fundó en 2014 Dauntless Wine Cø. junto con otros dos militares, inspirándose en el modelo romano de "cambiar las armas por rejas de arado".

Poco después, la bodega recibió la certificación de productor de la Farmer Veteran Coalition (FVC), un programa de pequeñas subvenciones que proporciona capital inicial a agricultores veteranos.

En 2015, la FVC dio un nuevo impulso a Dauntless con una subvención de 5.000 dólares para embotellar su primera cosecha.

Animado, Martin recibió más fondos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en 2020 para comprar 2,63 hectáreas (6,5 acres) en la AVA de Chehalem Mountains para una bodega y un viñedo.

"Pasé por el USDA para la compra", explica, "para poder entender mejor el proceso de solicitud, con el fin de orientar a los veteranos sobre cómo podían aprovechar su condición de veteranos para obtener un préstamo de primer agricultor."

Las sólidas ventas directas al consumidor y en salas de degustación han contribuido al éxito de Dauntless, incluida la colocación de sus vinos en el Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial de Nueva Orleans.

"Se pusieron en contacto con nosotros y querían vender nuestros vinos, en particular nuestro Riveter Rosé", dice Martin, "que encajaba muy bien con su bar de la azotea, que lleva el nombre de Rosie la Remachadora".

En la actualidad, Dauntless Wine Cø. produce aproximadamente 1.600 botellas de vino al año.

Impacto comunitario

Además, el equipo Dauntless creó una fundación filantrópica para agricultores veteranos en 2021.

"A través de nuestra organización sin ánimo de lucro, Dauntless Veteran Foundation, hemos concedido más de 50.000 dólares en subvenciones a agricultores veteranos en el último año, y queremos conceder más", dice Martin.

"La agricultura local es la columna vertebral de cualquier comunidad resiliente, y creemos que el envejecimiento de la población agrícola es una vulnerabilidad de la sociedad que hay que abordar; por eso estamos haciendo este trabajo".

Entre los beneficiarios de las ayudas figuran estudiantes, agricultores, veteranos dependientes y familiares. La mayoría vive en el noroeste del Pacífico.

"Concedimos las subvenciones a personas que pensamos que tendrían un impacto inmediato en su comunidad", dice Martin.

Las subvenciones de la Dauntless Veteran Foundation responden a necesidades específicas de los solicitantes, desde tractores manuales hasta gastos de conferencias sobre estudios de postgrado en viticultura fuera del estado.

Arrastrarse, caminar, correr

Otras iniciativas son Keys to Progress, una asociación con Progressive Insurance Company y Enterprise Rent-a-Car.

"Por lo general, los beneficiarios son veteranos o miembros de las fuerzas armadas que lo necesitan", explica Martin. "Sin embargo, tienen un componente comercial para empresas propiedad de veteranos que también necesitan un vehículo específico, que es la categoría en la que entramos nosotros".

En consecuencia, Dauntless Wine Cø. recibió un camión F250 del año 21 a través de la asociación, que tiene previsto utilizar para su nuevo programa, "Jardines de la Victoria por Veteranos". La iniciativa diseña y construye jardines de la victoria para los ciudadanos de la comunidad local.

"Reflexioné sobre mi trayectoria en la agricultura y recordé que todo empezó con un Huerto de la Victoria que mi mujer y yo construimos en nuestra anterior casa hace 10 años", concluye Martin.

"Utilizamos la sencilla premisa de "gatear, andar, correr" y "fracasar a pequeña escala", proporcionando un espacio para que los aspirantes a agricultores, y maestros jardineros, perfeccionen sus habilidades y crezcan, literal y figuradamente".