Pánico entre los clientes de un almacén de vinos finos de Nueva York

Desde octubre, los clientes no pueden ponerse en contacto con Chelsea Wine Store para recuperar sus vinos finos y temen que sus colecciones hayan sido vendidas, extraviadas o almacenadas a una temperatura incorrecta.

Los clientes que almacenan sus vinos de colección en la vinoteca neoyorquina de Chelsea se temen lo peor, ya que llevan más de un mes sin poder contactar con nadie en el establecimiento.

Las llamadas telefónicas y los correos electrónicos han quedado sin respuesta y la puerta sin abrir cuando los clientes han ido a visitar la tienda en persona para solicitar la retirada de sus vinos.

Según The New York PostChelsea Wine Store, que ha guardado vinos para algunos de los mejores restaurantes de la ciudad, así como para coleccionistas particulares, está "dando largas" a los clientes que intentan ponerse en contacto con ella.

Hasta el año pasado, los clientes podían recuperar sus colecciones siempre que quisieran, pero desde que la empresa se trasladó de su sede original en el Chelsea Market, en el distrito Meatpacking de Nueva York, a un nuevo local en Midtown, los vinos se han quedado supuestamente en cajas de cartón y palés de madera mientras el sótano sigue sin terminar.

A los clientes les preocupa cada vez más que sus vinos se hayan vendido, extraviado o almacenado a una temperatura incorrecta.

Una lista de inventario adquirida por The Post revela que entre los vinos encerrados figuran Borgoñas blancos de gama alta como Coche-Dury Meursault 2011, con un valor estimado de 1.200 dólares por botella, y Faiveley Batard Montrachet, que se vende por 490 dólares.

"No consigo que respondan a los correos electrónicos ni a las llamadas telefónicas, y estoy muy preocupado por mi colección... algunas de mis botellas más preciadas ya no aparecen en mi inventario", publicó en Yelp un cliente de Chelsea Wine Store.

Otro cliente publicó: "Sin respuesta, me temo que mis vinos almacenados han desaparecido para siempre".

Los propietarios de Chelsea Wine Store, Amelia y Michael Gancarz, también han sido demandados por el corredor de vinos Grand Cru Liquid Assets por no haber entregado 349.000 dólares en Borgoña, que el corredor compró y pagó en mayo.

Además, los propietarios están siendo demandados en un caso separado por Delshah Capital, arrendador del almacén, por "meses de alquiler impagado", calificando Delshah a Chelsea Wine Store de "infracapitalizado y completamente desorganizado."

Al parecer, la empresa de almacenamiento de vinos finos ha achacado el silencio de radio con los clientes a la marcha de su director de almacenamiento, entre rumores de que no se ha pagado al personal.

En agosto, el sector de las bebidas informó de que la tienda de vinos Sherry Lehmann de Nueva York había sido demandada por 3,6 millones de dólares en concepto de alquileres atrasados, lo que se sumaba a los informes de que la tienda debía a sus clientes más de un millón de dólares en vino.

Sherry Lehmann se vio obligado a cerrar temporalmente en marzo de 2023 después de que se descubriera que su licencia de bebidas alcohólicas había caducado.