Cerrar Menú
Noticias

¿Puede el diseño interior influir en el sabor del vino?

¿Puede el diseño de interiores influir en la percepción y el disfrute de una copa de vino? Un nuevo estudio encargado por Campo Viejo ha revelado la respuesta a la pregunta que está en boca de todo buen anfitrión.

¿Puede el diseño interior influir en el sabor del vino?

Un nuevo estudio encargado por la marca de vino riojano Campo Viejo ha respondido por fin a la vieja pregunta: ¿puede una habitación bien diseñada mejorar el sabor del vino?

Dirigido por el psicólogo y consultor en bienestar Lee Chambers, un estudio controlado puso a prueba las percepciones de los participantes sobre el mismo vino en tres ambientes interiores: uno lleno de color, formas y dibujos (enérgico), un espacio tranquilizador con elementos naturales (relajado) y un espacio anodino deliberadamente carente de elementos interiores o accesorios (neutro).

Para el experimento se reclutó a un total de 42 participantes (21 hombres y 21 mujeres) de edades comprendidas entre los 25 y los 55 años, todos los cuales debían tener un nivel moderado de experiencia en el consumo de vino.

"La investigación sobre el impacto del contexto ambiental en la percepción del vino, una experiencia sensorial compleja que combina el sabor, el aroma y las señales visuales, ha sido limitada. Este experimento pretende colmar esta laguna investigando cómo afectan los distintos entornos a la percepción y el disfrute del vino por parte de los participantes", señala el estudio.

Para controlar cualquier efecto persistente sobre el sabor, los participantes hacían gárgaras con agua del grifo entre cada cambio de habitación. A continuación, se realizaron evaluaciones del sabor, el aroma y el placer general de los participantes.

Según los resultados del estudio, el contexto ambiental puede tener un "efecto significativo" en la percepción y el disfrute del vino, lo que sugiere que "las experiencias sensoriales están entrelazadas con el entorno en el que se producen".

La medición de los resultados puso de manifiesto diferencias significativas en las puntuaciones de sabor, deseo de servir a un amigo y disfrute general en las tres salas.

Los participantes asociaron el entorno "enérgico" con puntuaciones más altas en cuanto a sabor (22%) y disfrute (32%), mientras que la sala "relajada" obtuvo una puntuación más alta en cuanto al deseo de los participantes de servir a un amigo (29%) y al aspecto del vino (14%).

El entorno neutro recibió las puntuaciones más bajas en cuanto a sabor, aroma y disfrute general en comparación con las otras dos salas.

Los resultados adicionales del experimento revelaron que la percepción del equilibrio del vino era la misma en las tres salas (61,5%) y que la fuerza del vino también era uniforme en las tres salas.

El estudio concluía: "Aunque hay una serie de mecanismos que intervienen en la interconexión de nuestros sentidos, este experimento implica que un interior colorido y vibrante probablemente eleve nuestro estado de ánimo y la forma en que percibimos las cosas que consumimos".

Lee Chambers comentó los resultados: "En estudios anteriores hemos visto cómo las señales ambientales, como la música y el color, influyen en las experiencias sensoriales. No es de extrañar que los ambientes interiores, con su capacidad para infundir color, texturas y una iluminación diferente, puedan amplificar nuestros sentidos y mejorar lo que consumimos".

En otras noticias, un estudio revela que ver diferentes flores mientras se bebe vino puede cambiar el sabor percibido de lo que hay en la copa. Lee más sobre esa investigación aquí.

Parece que estás en Asia, ¿te gustaría ser redirigido a la edición de Drinks Business Asia edition?

Sí, llévame a la edición de Asia No