¿Pueden las flores de distintos colores cambiar el sabor del vino?

¿La respuesta corta? Sí. Ver diferentes flores mientras se bebe vino puede cambiar el sabor percibido de lo que hay en la copa, según revela un nuevo estudio.

El estudio, titulado "Respuesta sensorial de los catadores de vino a arreglos florales delicados y robustos", pretendía averiguar cómo podían influir los distintos ramos en la experiencia de beber vino.

Se desarrolló en dos fases: en primer lugar, se tuvo en cuenta cómo los participantes percibían los distintos arreglos florales como más "delicados" o más "robustos".

Según el estudio: "En primer lugar, tratamos de entender cómo influye el patrón de composición cromática de los arreglos florales (por ejemplo, el valor, la saturación y la temperatura) en la percepción que tienen los sujetos de la delicadeza o robustez de los arreglos florales".

La segunda fase tenía por objeto "comprobar la influencia de los arreglos florales visualmente delicados y robustos en el juicio individual de los vinos".

El estudio fue realizado por The Secret Vine, el Centro Británico de Excelencia en Investigación Vitivinícola del Plumpton College y la Universidad de Campinas. Reclutó a 41 voluntarios para que calificaran ocho arreglos florales como "delicados" o "robustos" en un entorno en línea, basándose en el color de sus flores.

Los estilos botánicos se dividían en tres categorías: la primera utilizaba flores de gran valor de tonos rosa pálido, púrpura y azul, descritas como "de baja saturación y temperatura fresca'"en un despliegue "delicado".

La segunda era un despliegue de tallos más atrevidos, brillantes y "pesados" en rojo, naranja y amarillo, descrito como un arreglo "robusto", mientras que la tercera opción mezclaba los dos estilos.

Las flores de mayor valor con baja saturación expuestas a una temperatura fría se percibían como más delicadas en comparación con los arreglos compuestos por flores de menor valor con una mayor saturación de color a una temperatura más alta, considerados más robustos.

En una segunda fase, los participantes cataron a ciegas dos vinos elegidos por un jurado de profesionales del vino, sentados junto a cada uno de los distintos arreglos florales.

Los dos vinos elegidos para el estudio fueron un "delicado" Pinot Noir de Australia y un Tannat de Uruguay, que el estudio describía como un "vino conocido por su carácter robusto".

A cada catador se le pidió que puntuara el vino en una escala de delicado (0) a robusto (10) y que lo describiera.

Los resultados, publicados en la revista International Journal of Gastronomy and Food Science, sugieren que las flores influyen significativamente en la forma en que los catadores juzgan y describen los vinos. Ambos vinos se percibían como más delicados cuando se degustaban en presencia del arreglo floral "delicado", en comparación con el arreglo más "robusto" o sin flores.

En palabras del Dr. Heber Rodrigues, investigador principal del estudio, de la revista The Secret Vine: "El vino es una de las grandes experiencias sensoriales del mundo, y esta nueva investigación está ayudando a descubrir que la sensorialidad se extiende a todo el entorno, no sólo a lo que hay en la copa de vino. Al igual que el vino, las flores son embriagadoras, evocadoras, hermosas a la vista y a menudo muy perfumadas, pero sigue siendo sorprendente comprobar el poderoso efecto que pueden tener unas flores hermosas en nuestra percepción del vino".

Rodrigues afirmó que la investigación "revolucionará el maridaje entre vino y flores". Y añadió: "Aunque queda trabajo por hacer, demuestra que los organizadores de eventos pueden mejorar la experiencia de sus invitados combinando correctamente elementos externos junto a vinos cuidadosamente elegidos, ¿y quién no querría beber eso?".

La investigación se llevó a cabo con un panel de participantes del Reino Unido, y el experimento se realizará ahora en distintos países para evaluar si las puntuaciones de agrado podrían estar relacionadas con el bagaje cultural o el nivel de conocimientos sobre el vino. El estudio también se repetirá con encuestados de distintas edades para evaluar posibles diferencias generacionales.