Burdeos primeurs: "¿Dónde está la magia?

Entre los vinos bordeleses de 2022 de Domaines Delon, que han recibido numerosos elogios, destaca Léoville Las Cases, candidato a "vino de la añada". El vicepresidente Jean-Guillaume Prats no duda de la calidad de la añada, pero se opone a la obsesión por los precios y afirma que Burdeos necesita "volver a soñar" con los primeurs. Reportaje de Richard Woodard.

Jean-Guillaume Prats, vicepresidente de Domaines Delon, tiene un día ajetreado. Cuando iniciamos nuestra conversación, ha pasado aproximadamente un minuto desde que Château Léoville Las Cases, la propiedad estrella de la empresa, anunciara su lanzamiento de primeurs para 2022. Para cuando terminamos nuestra conversación, 40 minutos más tarde, tiene "unos 16 o 17" mensajes de cortesanos parpadeando en su móvil.

El antiguo jefe de Château Cos d'Estournel, Moët Hennessy Estates & Wines y Domaines Barons de Rothschild (Lafite), que lleva poco más de un año en el cargo en Delon, tiene motivos de sobra para estar contento con los vinos 2022 de la empresa, y con el de Las Cases en particular.

Para algunos, es el vino de la añada, y ha acumulado nada menos que 18 puntuaciones potenciales de 100 puntos de críticos como Neal Martin, James Suckling y William Kelley. Prats afirma que esta aclamación casi universal no tiene precedentes: "Esto ocurre una vez en la vida, una vez en una generación", afirma. "¿Por qué se lo merece el vino? No lo sé. Esta es la belleza de la irracionalidad del vino. Es una combinación del terruño, el equipo, el clima, tantas cosas".

El éxito de Las Cases 2022 es tanto más notable cuanto que fue la última cosecha elaborada en las antiguas instalaciones de vinificación de la propiedad; una nueva bodega se encargará de la añada 2023. "Estoy un poco avergonzado", dice Prats con pesar (pero no del todo en serio). "¿Hacemos bien en gastar tanto dinero para construir algo nuevo? Es la mayor lección de humildad que he recibido nunca".

Las nuevas instalaciones -alimentadas por gravedad, de temperatura controlada, con multitud de depósitos más pequeños para permitir una mayor subdivisión de las parcelas- aportarán, dice, una mayor precisión. "Seguro que nos ayudará en las añadas más difíciles, y lo más probable es que nos ayude a aumentar el porcentaje de grand vin".

¿Ha inflado el bombo publicitario en torno a Las Cases 2022 su precio de lanzamiento: 230 € por botella ex-négociant, un 36% más que en 2021, según Liv-ex; precio de venta al público de 2.272 £/caja, un 42% más que el precio de apertura de 2021? "Es lo que habríamos hecho sin estas 18 puntuaciones perfectas", insiste Prats. "Sólo hemos sacado el 50% de la producción y, por tanto, veremos qué nos dice el mercado, cuál es la reacción".

El tema de los precios de los primeurs -y el análisis a veces crítico que los rodea- le irrita claramente. "Creo que existe una actitud general hacia Burdeos que es extremadamente negativa", afirma Prats, haciendo especial hincapié en los comentarios de Liv-ex. "Todo gira en torno a los precios. Cuando se compra un reloj excepcional, cuando se compra un coche excepcional o cuando se compra una botella de Borgoña o de champán, no se habla de precios. Se habla de calidad excepcional".

Esta tendencia, que Prats denomina la financiarización de Burdeos, es, en su opinión, peligrosa. "¿Dónde está la magia, el sueño, lo deseable? Cuando eres consumidor y compras un producto nuevo, el precio es importante, pero no quieres que te cuenten esa historia. Quieres oír hablar de la magia de la propiedad, de la gente, de la historia que hay detrás. ¿Napa juega a eso? ¿La Borgoña? ¿Champaña? ¿Italia? No".

No obstante, Prats reconoce que Burdeos podría aprender algunas lecciones para el futuro. "Está claro que tenemos que volver a soñar con los primeurs", afirma. "Tenemos que 'reintroducir' la deseabilidad, tenemos que 'reintroducir' la emoción. Necesitamos que los nuevos consumidores sepan que algo pasa en Burdeos en esa época del año, como la Semana de la Moda de Londres, Nueva York o París, o el lanzamiento de nuevos coches o relojes en Ginebra o Fráncfort".

A lo largo de su carrera, Prats ha participado en proyectos vinícolas en múltiples continentes, desde Argentina a China, pasando por Sudáfrica y Nueva Zelanda. Pero cree que Burdeos sigue siendo "probablemente" incomparable en términos de sofisticación, habilidad técnica e investigación. "Con el nivel que tenemos, estamos donde deberíamos estar", afirma. "Pero todo depende de los precios, las tendencias financieras... Tenemos que dejar de ser un producto financiero.

"Creo que llega un punto en que no nos comprometemos lo suficiente con los consumidores. Los tipos de Napa, Borgoña, el Ródano e Italia se pasan la vida hablando con los consumidores, contando sus historias, asistiendo a eventos. Los bordeleses no hacen eso. Alguien que fuera propietario de un château podría pasarse la vida entera sin estrechar la mano de un consumidor".

Por el momento, queda la añada 2022 y su indudable calidad. Es demasiado pronto para decir qué lugar ocupa en el panteón de las grandes añadas: "¿Es mejor que las demás? Eso está por ver", dice Prats, pero, dadas las condiciones de calor y sequía, se trata de una temporada de crecimiento extraordinaria.

"Los viñedos de Burdeos han hecho este trabajo por sí mismos", afirma Prats. "Para mí, ésa es la gran lección de este año. Siempre hay preocupaciones porque no tengo ni idea de dónde estaremos dentro de cinco años, pero creo que, con los clones adecuados, los portainjertos adecuados, la gestión adecuada del dosel en el viñedo, las vides tienen esta excepcional capacidad de adaptación."

Este fue el caso, añade, de todas las propiedades de Domaines Delon en 2022: Las Cases y el hermano de Saint-Julien Clos du Marquis, así como los Châteaux Potensac y Nénin. Potensac, como otras propiedades del norte del Médoc, ha sido un claro beneficiario del calentamiento global, opina Prats.

En cuanto a Nénin, las viñas plantadas en los suelos de arcilla azul de la meseta de Pomerol dieron lo mejor de sí el año pasado. Prats describe los Pomerols de 2022 en general como "fantásticos", equilibrando un alcohol relativamente alto (por encima del 14%) con un pH y una acidez excelentes.

Domaines Delon compró el "destartalado" Nénin en 1997, iniciando un programa de mejora a largo plazo en viñedo y bodega. "En los próximos cinco a diez años, vamos a disfrutar del trabajo realizado por el equipo anterior", afirma Prats. "Todavía nos queda trabajo por hacer, pero ésta es probablemente la primera añada en la que vamos en la buena dirección en cuanto a serenidad del equipo y comprensión del terruño".