Bodegas Riojanas: encontrar la "pareja perfecta" a la hora de expandirse

Bodegas Riojanas valora más la "personalidad" que los beneficios a la hora de expandirse a nuevas regiones, explica a db su director general, Eduardo Saínz Marotías.

"Somos un grupo de bodegas. Nuestra bodega principal está en Rioja, y en la última década nos hemos ido expandiendo a otras denominaciones de origen complementarias", explicó Saínz Marotías a db en la feria ProWein de este año.

Cuatro fincas complementarias fuera de la región de Rioja componen el resto de la cartera de la empresa: Bodegas Viore en Rueda, Bodega Veiga Naúm en Rías Baixas, Bodegas Torreduero S.A. en Toro, y la última incorporación del grupo - Bodegas Hacienda Miguel Sanz en Ribera del Duero.

El año pasado se cerró la operación de compra de la última finca de Ribera del Duero, cuyos vinos ya están en el mercado. La altitud es el nombre del juego con estos vinos, ya que la bodega, situada en la subregión de Vadocondes, se encuentra a 900 metros de altitud, la "ubicación perfecta" para que Riojanas haya establecido su último brazo.

"Intentamos luchar contra el cambio climático y contra las altas temperaturas, por eso buscamos viñedos de altura", explica Saínz Marotías.

La expansión no es en absoluto puramente financiera para Bodegas Riojanas. "Es una bodega de 120.000 botellas", dice Saínz Marotías, "no pretendemos producir grandes volúmenes allí".

¿Cuál es la motivación? "Quiero que cada bodega tenga su propia personalidad", afirma. A la empresa riojana le mueve la curiosidad y la experimentación. "Queremos evitar que en cualquier otro lugar se cree un vino que sepa a Rioja".

La forma de hacerlo, explica el director general del grupo, es crear empresas conjuntas con propietarios de bodegas de distintas regiones.

"Estamos compartiendo la gestión. Quizá dentro de unos años tomemos todo el control, pero siempre que vamos a una nueva denominación, no somos expertos en Ribera del Duero, por ejemplo. Es lo mismo que hicimos en Rías Baixas: tenemos el 53% del capital, pero los propietarios conservan los derechos. Ellos son los expertos y saben cómo funciona la denominación".

Bodegas Riojanas no está interesada en expandirse por expandirse. La empresa no tiene planes de ir más allá y, en su lugar, espera centrarse en el valor que tiene dentro de su cartera de bodegas.

"Ribera era un sueño desde hace mucho tiempo", afirma Saínz Marotías. Describiéndola como la segunda denominación vinícola más prestigiosa de España, explica que la empresa sintió que "teníamos que hacer algo en Ribera. Pero no tenemos otros planes de expansión, porque creo que tenemos una cartera de vinos españoles realmente completa", afirma.

Estas asociaciones también son muy beneficiosas para los propios propietarios de las bodegas. "Les damos distribución comercial, marketing, les orientamos sobre cómo conducir la bodega, pero al mismo tiempo ellos nos dan el conocimiento de la denominación", dice. "Creo que es una combinación perfecta".