Una antigua filial rusa reclama 950 millones de dólares al grupo Carlsberg

La antigua filial rusa del Grupo Carlsberg, Baltika Brewery, exige a la cervecera danesa 84.100 millones de rublos (950 millones de dólares) por sus pérdidas. Informa Eugene Gerden .

Hasta ahora, Baltika ya ha apelado ante el Tribunal de Arbitraje de San Petersburgo y la Región de Leningrado con una solicitud para recuperar daños y perjuicios de 84.100 millones de rublos del Grupo Carlsberg, como resultado del pago de dividendos y la prohibición del uso de las marcas Carlsberg.

Se espera que las primeras audiencias judiciales se lleven a cabo esta semana.

En la actualidad, Baltika opera ocho fábricas en Rusia, donde se producen más de 50 marcas, incluidas Baltika, Don, Arsenalnoye, Zatecky Gus, etc. Es considerado el segundo productor de cerveza en Rusia después de AB InBev Efes, con marcas emblemáticas como Velkopopovicky Kozel, Stary Melnik iz barrel y Klinskoe.

Actualmente, Baltika permanece bajo la administración de la Agencia Federal de Administración de Propiedades de Rusia, lo que significa que todas sus operaciones están controladas por el gobierno ruso.

Conflicto

El conflicto entre Carlsberg y Baltika comenzó a mediados de julio de 2023, después de que la cervecera danesa dijera que vendía su brazo ruso en junio, tras la guerra en Ucrania cuando se produjo un éxodo masivo de empresas occidentales del estado.

El presidente Vladimir Putin transfirió entonces la participación de Carlsberg en Baltika (98,56%) a la administración estatal en un intento de evitar la venta de la empresa rusa y formar un llamado "fondo de compensación" en respuesta a la expropiación de activos rusos en el extranjero.

Poco después de la decisión, Carlsberg anunció la rescisión de las licencias de marcas internacionales y regionales con Baltika. En respuesta, Baltika presentó demandas para invalidar tal decisión para marcas como Seth & Riley's Garage, Holsten, Kronenbourg, Tuborg, Carlsberg y Grimbergen.

Además, el multimillonario ruso Teymuraz Bolloev, que fue nombrado presidente de Baltika en una carta a la Agencia Federal de Gestión de Propiedades, pidió nacionalizar Baltika y acusó a Carlsberg de "acciones inamistosas e ilegales".

Según los abogados rusos, las pérdidas de Baltika (que la empresa cita en su última demanda) podrían haber surgido como resultado de la aprobación por parte de fundadores extranjeros de transacciones que resultaron en consecuencias desfavorables para Baltika, que podrían incluir el pago de dividendos.

Al mismo tiempo, la demanda de Baltika a Carlsberg también podría estar relacionada con problemas de licencias de marcas, en particular la prohibición actual de que la empresa rusa produzca bebidas bajo las marcas Carlsberg y el uso real de estas marcas.

Estrategia compleja

Según los expertos, la presión actual sobre los propietarios extranjeros de empresas rusas también puede formar parte de una compleja estrategia desarrollada por el Estado ruso, que tiene serios temores sobre la próxima confiscación de activos rusos en el extranjero.

En su informe de 2023, el Grupo Carlsberg estimó el valor de los activos netos procedentes de las operaciones interrumpidas en Rusia en 7.500 millones de coronas danesas. En una actualización comercial en noviembre pasado, el director ejecutivo de Carlsberg, Jacob Aarup-Andersen, dijo que la cervecera no entraría en negociaciones con el estado ruso con respecto a su antiguo negocio en el país.

Dijo: "No hay forma de evitar el hecho de que ellos (el gobierno ruso) han robado nuestros negocios en Rusia, y no vamos a ayudarlos a hacer que parezca legítimo".

Afirmó que desde julio sólo se había producido una interacción limitada tanto con la dirección de Baltic como con las autoridades rusas, y que como consecuencia de ello se había producido una pérdida de 9.900 millones de coronas danesas (1.610 millones de libras esterlinas).

Y continuó: "No vamos a entrar en una transacción con el gobierno ruso que de alguna manera justifique que se apoderen de nuestro negocio ilegalmente".