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Flying Fish Brewing Co se acerca a la liquidación

Los activos restantes de la cervecería de Nueva Jersey Flying Fish han sido subastados y se rumorea que el negocio se está acercando a la liquidación.

 

La compañía cervecera destacó a través de las redes sociales que si bien es posible que un comprador aún pueda dar un paso al frente para salvar la marca, admitió que, ahora, su futuro es "muy incierto".

A finales del año pasado, Flying Fish se declaró en bancarrota después de que su venta prevista a Cape May Brewing Co colapsara.

La empresa, que tiene su sede en Pensilvania, enumeró 1,3 millones de dólares en activos en su presentación, incluidos equipos de elaboración de cerveza por un valor estimado de 500.000 dólares. Además, también declaró US$9,3 millones en pasivos a múltiples acreedores.

Según informes locales, en algunos casos, una presentación del Capítulo 11 puede hacer que los vencimientos de los préstamos se extiendan y los proveedores hagan tratos para mantener abiertos a sus socios, pero en otros casos esas negociaciones fracasan y una bancarrota del Capítulo 11 se convierte en una liquidación del Capítulo 7.

Flying Fish fue adquirida por la firma de inversión Elk Lake Capital en 2016 y, anteriormente, había generado unos ingresos brutos anuales de alrededor de 4 millones de dólares en los últimos años. Sin embargo, en 2023, Flying Fish vio caer a 3,1 millones de dólares. Sus problemas financieros siguieron a una expansión de US$6 millones en 2012, que incluyó la construcción de una nueva sala de degustación.

Si bien todavía operaba su sala de degustación durante el fin de semana del Super Bowl, el equipo de Flying Fish admitió a sus seguidores que la situación se ve sombría y explicó: "El mejor escenario para nosotros es que alguien nos compre con la intención de mantener viva la marca Flying Fish y nosotros, el personal de la cervecería, podamos conservar nuestro empleo. Desafortunadamente, no depende de nosotros en la cervecería decidir qué sucede".

Los informes señalaron que un nuevo propietario podría continuar operando la marca, pero también podría ser posible que otra cervecería también adquiriera su equipo. Además, señaló que no hay garantía de que todos los activos se vendan a un comprador y, en cambio, señaló que es "muy posible que se venda por partes y que la marca de larga data haya elaborado sus cervezas por última vez".

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