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Acusan a Macron de no respaldar la campaña de abstinencia de enero

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha sido acusado por los grupos de presión de la abstinencia de no respaldar una campaña sin alcohol para enero.

La noticia llega tras una carta abierta escrita en Le Monde, en la que los especialistas en adicciones subrayaban la necesidad de "un fuerte apoyo de las autoridades públicas a Dry January".

Los médicos escribieron que su "confianza en el gobierno para llevar a cabo una política coherente y decidida contra el alcoholismo está seriamente comprometida."

Bautizado como Défi de Janvier (Reto de enero), este desafío de abstinencia de un mes de duración cumple su quinta edición en Francia, con el apoyo de la Sociedad Francesa de Salud Pública (SFSP) y sus miembros.

Sin apoyo público

Celebrado sin ningún apoyo público del gobierno, los médicos afirman que el reto "permite dar un respiro al cuerpo y a la cartera", y hacer balance del lugar que ocupa el alcohol en la vida cotidiana.

También afirmaron que los beneficios para la salud de la pausa están "demostrados" e incluyen "pérdida de peso, mejor sueño, mayor energía, mejor concentración y, en definitiva, un consumo de alcohol mejor controlado".

Además, afirmaron que las consecuencias negativas del consumo de alcohol las sufre "toda la población" y no "como a veces se percibe, sólo las personas dependientes".

Casi una cuarta parte de las personas de entre 18 y 75 años tienen un consumo que "supera los puntos de referencia promovidos por Salud Pública Francia desde 2017", incluyendo más de diez vasos de alcohol a la semana y no tener días libres de alcohol.

En ella se decía: "El innegable éxito de Enero Seco y su positiva cobertura mediática demuestran un cambio en la relación que se mantiene colectivamente con el consumo de alcohol.

"En 2024, más de sesenta asociaciones, federaciones, sociedades científicas, grupos de pacientes y autoridades locales participarán en la operación".

Descenso del alcohol

Macron y otros políticos no han apoyado la campaña, y el ministro de Agricultura, Marc Fesneau, ha declarado que el descenso del consumo de alcohol en todo el país -alrededor del 70% en los últimos 50 años y que sigue cayendo un 10% año tras año- hacía innecesaria una campaña de este tipo.

No cree que los "franceses necesiten que nadie les dé lecciones" y "la gente está harta de que le digan lo que tiene que comer, lo que tiene que beber, cómo tiene que viajar. Hay un modo de vida que también merece respeto".

El ex ministro de Sanidad Aurélien Rousseau se mostró "muy receloso" de Enero Seco y de "decirle a la gente cómo vivir su vida".

Pero los partidarios de la campaña subrayaron que Francia sigue siendo el cuarto mayor consumidor de alcohol de Europa, y es responsable de unas 40.000 muertes anuales.

El verano pasado, Macron fue fotografiado bebiendo una botella de Corona en un partido de rugby, y a menudo se le ve con una copa de vino en la mano, y fomenta activamente el apoyo a la industria vitivinícola francesa.

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