Polémica en la India por la producción nocturna de los gigantes cerveceros

En el suroeste de la India se ha desatado una polémica sobre las razones por las que el gobierno del estado de Karantaka ha ordenado a cuatro grandes productores internacionales de cerveza que supriman el turno de noche en sus fábricas.

El efecto será frenar la producción de las marcas deseadas y, según los cerveceros, provocar una posible escasez durante las Navidades y el Año Nuevo, no sólo en Karanatka, que representa alrededor del 11% del consumo total de cerveza de la India, sino también en otras regiones.

Las empresas implicadas son United Breweries, controlada por Heineken, Carlsberg, AB InBev y B9 Beverages, todas ellas con plantas en el distrito de Mysuru, cerca de Bengaluru, centro de las industrias de alta tecnología de la India y uno de los más prósperos del país.

Las autoridades estatales les han ordenado que dejen de operar entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana debido, según les han dicho, a la escasez de funcionarios de impuestos especiales a tiempo completo para controlar la producción y recaudar los impuestos pertinentes.

Los permisos para llevar a cabo estas operaciones de "tercer turno" se concedieron sólo en las últimas semanas.

Sin embargo, se acusa a las autoridades locales de manipular la supuesta escasez de personal para apuntalar las ventas de licores fabricados en la India, como whiskies y rones, que generan más ingresos que las cervezas.

Las marcas internacionales de licores y cerveza son cada vez más demandadas a medida que la clase media india se expande y aumenta su renta disponible.

Cervezas como Kingfisher (controlada por Heineken y que posee una cuota de mercado del 36%) y Bira 91 de B9 se consideran cada vez más símbolos de estatus con estilo.

En el actual ejercicio fiscal, el gobierno estatal prevé recaudar unos 35 millones de libras procedentes de los impuestos especiales, de los que alrededor del 80% se prevé que procedan de las bebidas espirituosas, pero se enfrenta a que esta cifra se vea mermada por la creciente demanda de cervezas premium.

Aumentar el impuesto sobre la cerveza sería impopular, por lo que, según se afirma, el Gobierno intenta restringir su oferta en lugar de cortejar la impopularidad de los votantes.

Un portavoz de los cerveceros declaró a la prensa local: "Instamos sinceramente a los responsables políticos del Estado a que reconsideren la decisión de cancelar la operación del tercer turno.

"Esto afectará significativamente a la próspera industria cervecera del estado, pondrá en peligro el empleo y provocará una escasez de cerveza en Navidad, Año Nuevo y más allá, lo que constituye la temporada alta de la cerveza.

"Esto también orientará potencialmente a minoristas y consumidores hacia bebidas alcohólicas más fuertes".