¿Caerán en desgracia los vinos de referencia?

¿Los vinos emblemáticos de las mejores regiones son a prueba de recesión o la gravedad tendrá la palabra? db lo descubre.

En julio, el sector de las bebidas se preguntaba dónde habían ido a parar los vinos de referencia. El artículo señalaba, con razón, que el aumento estratosférico de los precios ha hecho que muchos de los mejores vinos del mundo, que también son "referencias" de una región concreta, sean completamente inaccesibles para la mayoría de la gente, incluso para los sumilleres en formación.

Petrus, por ejemplo, ha visto aumentar su valor un 452,2% desde la creación de su índice en enero de 2003. A pesar de algunos altibajos, el precio del vino no ha dejado de subir a lo largo de los años, y una botella se vende ahora por varios miles de libras.

Le Pin, considerado la referencia de los vinos garagistas, muestra aún más claramente esta tendencia y ha registrado una revalorización del 551,4% en los últimos 20 años, lo que lo sitúa firmemente fuera del alcance de todos los compradores, salvo de unos pocos.

El panorama es aún más complicado en Borgoña, donde el Domaine de la Romanée-Conti ha experimentado una subida del 1.071,7% desde 2003. Una sola botella, como la añada 2018 de La Romanée-Conti, puede costar más de 20.000 €.

Salon, considerado el Champagne de referencia, muestra la fuerte revalorización típica de los vinos de la región en el verano de 2021, cuando se benefició de un impulso de la demanda tras el Covid-19. El índice Salon se ha revalorizado un 1.620,3% desde su creación.

Sin embargo, aunque estos vinos de referencia han experimentado subidas de precio extraordinarias, no son inmunes a la recesión actual.

La cuestión que se plantea es la siguiente: a estos precios elevados, en los que el aire es escaso y los compradores son pocos y distantes entre sí, ¿podrían estos vinos de referencia liderar la caída del pelotón, o su relativa rareza los protege de los rigores de las caídas del mercado?

El caso de Château Lafite Rothschild sugiere una respuesta. Durante el boom asiático del vino de calidad (2005-11), Lafite se convirtió en una "supermarca" en China y los precios se dispararon, como muestra el gráfico. Cuando el mercado se enfrió, los precios se redujeron a la mitad. En los años siguientes, Lafite se recuperó y remontó con fuerza, pero aún no ha alcanzado los máximos logrados durante esos años de actividad frenética, lo que sugiere que los vinos de referencia no son inmunes a las maquinaciones del mercado en general. La gravedad puede ser una fuerza poderosa.

Está por ver hasta qué punto bajarán los precios de estos vinos de referencia (y durante cuánto tiempo), pero la ampliación del mercado secundario ofrece alternativas a los compradores que buscan opciones más asequibles en tiempos difíciles.

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