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El impuesto británico sobre el alcohol escocés es "el más alto de los países del G7
Un nuevo análisis de la Scotch Whisky Association (SWA) ha revelado el coste significativamente más elevado del impuesto sobre el alcohol que grava el whisky escocés en el Reino Unido en comparación con otras naciones europeas y del G7.
Los resultados muestran que los consumidores escoceses pagan el doble de impuestos por una copa que en un bar parisino y que el impuesto sobre el whisky escocés en el Reino Unido es ahora el cuarto más alto de Europa y el más alto del G7. Los consumidores de EE.UU. pagan sólo una quinta parte del impuesto que se aplica en el Reino Unido, y el impuesto sobre el whisky escocés en Alemania es también sólo un tercio del británico. El nivel más bajo de impuestos especiales sobre el whisky escocés en Europa se encuentra en Bulgaria, con sólo un 15% del nivel británico. El nivel más bajo del impuesto sobre el whisky escocés en el G7 se encuentra en Japón, con un 17% del británico.
La revisión del actual sistema impositivo ha hecho que todas las bebidas alcohólicas se graven en función de su volumen de alcohol(ABV), lo que significa que las bebidas con un mayor porcentaje de alcohol están sujetas a tipos más altos, en sustitución de los cuatro impuestos separados que cubren la cerveza, la sidra, los licores, el vino y el vino elaborado.
La SWA le pide ahora que descarte un nuevo aumento en su declaración de otoño, advirtiéndole de que otra subida exacerbaría la inflación y perjudicaría a las empresas británicas y al sector de la hostelería, donde las bebidas espirituosas representan un tercio de todas las ventas de alcohol.
Gareth Davies, Secretario de Hacienda del Ministerio de Economía y Hacienda, se dirigió al sector de las bebidas en el momento de las reformas y afirmó que "el objetivo general de la reforma es garantizar la coherencia y un proceso muy simplificado en comparación con lo que teníamos antes".
La reforma fue propuesta por primera vez por Rishi Sunak en 2021, durante su etapa como Canciller, y se ha encontrado con continuas reacciones en contra por parte de organismos y profesionales del sector, que afirman que el nuevo sistema trata injustamente al vino y las bebidas espirituosas. Según la SWA, la subida de impuestos de agosto significa que el 73% del coste de una botella de whisky escocés en el Reino Unido se reclama ahora en impuestos.
Mark Kent, Director Ejecutivo de la Scotch Whisky Association, ha declarado: "Los destiladores temen otra subida de impuestos, pocos meses después de que el Ministro de Hacienda introdujera el mayor incremento de los impuestos especiales de los últimos 40 años. Una nueva subida de impuestos perjudicaría a las empresas y a los hogares y socavaría el compromiso del Gobierno de reducir la inflación a la mitad.
"La tabla clasificatoria de qué país tiene el nivel más alto de impuestos sobre la bebida nacional del Reino Unido no es una tabla en la que ningún gobierno debería aspirar a estar cerca de los primeros puestos. El Canciller debería descartar cualquier nueva subida de los impuestos especiales este otoño y apoyar no sólo a los destiladores, sino también a las empresas hosteleras que él y el Primer Ministro se han comprometido a proteger."