Publicadas las primeras normas británicas sobre producción de whisky

La British Standards Institution (BSI), organismo nacional de normalización del Reino Unido, ha publicado las primeras directrices sobre la producción de whisky galés, inglés, irlandés y escocés, que incluyen detalles sobre elementos que van desde el color hasta el envasado.

Las normas voluntarias (BS 8636) proporcionan una especificación sobre el proceso de producción del whisky fabricado en el Reino Unido que se vende aquí o se comercializa en todo el mundo.

Entre los detalles establecidos en las nuevas directrices se incluye un esbozo del color deseado del whisky, que debe ser caramelo y oscilar entre el amarillo pálido/dorado y el ámbar oscuro/caoba.

El whisky debe madurar al menos tres años en barricas de madera, según las directrices, y no puede estar edulcorado ni contener aditivos.

También fija el ABV mínimo en 40% y aconseja que toda destilación se realice a menos de 94,8% de volumen para garantizar que "el destilado tenga un aroma y un sabor derivados de las materias primas utilizadas".

La BSI ha declarado que las nuevas directrices se dirigen tanto a las marcas establecidas como a los nuevos participantes en el mercado, ayudándoles a demostrar "calidad y autenticidad en sus procesos de producción y cadena de suministro".

El organismo nacional de normalización también anima a los productores de otras regiones del mundo a utilizar las normas.

Scott Steedman, director general de Normas de BSI, ha declarado: "Esperamos que la norma cree una referencia de calidad que añada valor a los destiladores que la utilicen y aumente la confianza de los consumidores de todo el mundo. Esta nueva norma es de aplicación mundial y puede contribuir a facilitar la producción y el comercio de whisky de alta calidad en todo el mundo."

No se prescribe la forma del vaso utilizado para "catar el whisky", aunque el consejo dice que "los vasos más populares para ello tienen forma de tulipán, ya que permiten que se acumulen los aromas".

El uso de productos animales en la producción de otras bebidas alcohólicas almacenadas en barrica antes que el whisky debe tenerse en cuenta a la hora de etiquetar el producto, establecen las normas.

Las nuevas normas serán gestionadas por un comité técnico de BSI, que podrá revisarlas y actualizarlas cuando sea necesario en función de las reacciones del mercado.

La Scotch Whisky Association (SWA), que contribuyó a la elaboración de la Norma, ha acogido con satisfacción su adopción. Martin Bell, director adjunto de comercio de la SWA, ha declarado esta mañana: "La creación de esta nueva norma voluntaria para el whisky es un avance positivo para el sector, ya que queremos seguir aumentando las exportaciones en todo el mundo. El whisky escocés es el whisky más popular del mundo, ya se exporta a 180 mercados globales y su valor en 2022 será de 6.200 millones de libras, el 95% de todos los whiskies producidos en el Reino Unido. Esta Norma ayuda a subrayar la alta calidad del whisky escocés y otros whiskies del Reino Unido, y apoyará la eliminación de la burocracia en el extranjero al convertirse en un emblema reconocible de calidad que los reguladores de todo el mundo pueden emular."