Decomisadas botellas ilegales en una bodega de California

Se han incautado botellas a un bodeguero californiano que fermentaba el vino en el océano ilegalmente, según la oficina del fiscal del distrito local.

El fiscal del distrito de Santa Bárbara, John Savrnoch, declaró que se habían eliminado unas 2.000 botellas de vino y otras bebidas alcohólicas de Ocean Fathoms.

Dos socios del negocio, Emanuele Azzaretto -un submarinista- y Todd Hahn -un antiguo agente de talentos- llegaron inicialmente a un acuerdo de culpabilidad en julio, que incluía la destrucción de las botellas cuyo valor se estimaba en varios cientos de miles de dólares. La pareja también tiene que pagar 50.000 dólares a un antiguo inversor.

El concepto de envejecimiento submarino del vino fue creado por la empresa debido a las temperaturas óptimas de la costa de Santa Bárbara, con la pulsación perpetua de las corrientes que mantienen las botellas en continuo movimiento para reducir la sedimentación. Ocean Fathoms había planeado realizar una serie de descensos al año y contaba con grandes marcas de champán interesadas en colaborar con ellos.

Ocean Fathoms comenzó a hundir cajas de vino justo frente a la costa en 2017, según la oficina del fiscal del distrito, y omitió obtener los permisos necesarios de la Comisión Costera de California o del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos para hundir sus cajas en el fondo marino.

Un año más tarde, la empresa retiró las botellas y las vendió por 500 dólares cada una, después de que se desarrollara un ecosistema de arrecifes en las cajas y botellas, según Savrnoch.

Según la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA), el vino estaba "adulterado y no era apto para el consumo humano por estar sumergido en el océano y potencialmente contaminado", y se vendía sin etiquetado aprobado por el gobierno federal, permiso de venta de alcohol ni licencia comercial válida. Además, cobraba a los clientes impuestos sobre las ventas que luego no pagaba al Estado de California. También se decía a los compradores que una parte de los beneficios de la empresa se donaría a una organización benéfica local dedicada al medio ambiente, pero no se encontraron pruebas de que esto se hubiera llevado a cabo, según la fiscalía.

ha declarado Savrnoch: "En este caso estaban implicados individuos que actuaban con total desprecio de nuestra legislación en materia de consumo y medio ambiente. La Comisión Costera de California remitió el caso a nuestra Unidad de Protección del Consumidor y el Medio Ambiente y, debido al amplio alcance de las infracciones, investigamos con la ayuda de cinco organismos estatales y locales.

"El caso pone de relieve la importancia de la relación de nuestra oficina con organismos externos y demuestra nuestro compromiso de exigir responsabilidades a empresas y particulares por infringir todo tipo de leyes en materia de consumo y medio ambiente."