Inundaciones en Italia: "Tenemos el deber de salvaguardar la agricultura de montaña", afirma el Consorzio

Tras las inundaciones en Italia -en las que ocho ríos principales de Romaña y otra docena de ríos menores se desbordaron todos a la vez-, el Consorcio Colli Bolognesi ha manifestado que la viticultura ecológica es necesaria para salvaguardar la viticultura en las colinas y actuar como medida preventiva en condiciones meteorológicas adversas. 

El mes pasado, los centros urbanos de Cesena, Forlì, Faenza y Rávena se inundaron cuando una serie de ríos se desbordaron, permaneciendo algunas zonas bajo el agua durante más de diez días. Los Apeninos boloñeses, y con ellos la viticultura de ladera que abraza la ciudad de Bolonia, no se han librado y, como ya informó db, las fuertes lluvias que azotaron Emilia-Romaña causaron cuantiosos daños en los viñedos, sobre todo en torno a los Colli Bolognesi.

Las lluvias persistentes no sólo han provocado desprendimientos masivos de tierra y barro -lo que imposibilita el acceso seguro a los viñedos durante la delicadísima fase vegetativa-, sino que la subida del nivel del agua está extendiendo el mildiu por casi 1.000 hectáreas de viñedos. También hay numerosos problemas con las infraestructuras, que en ocasiones han aislado las bodegas, con el derrumbe de las carreteras de acceso y la interrupción de las conexiones.

Lo que surge tras las lluvias es la necesidad de salvaguardar la viticultura en las colinas y en las zonas de montaña, que actuará a la vez como prevención y como respuesta a los fenómenos climáticos cada vez más extremos que se vienen produciendo en los últimos años. Los viticultores son los guardianes de nuestros paisajes y la presencia de agricultores activos limita los daños derivados de este tipo de fenómenos: las tierras cultivadas son más compactas, lo que limita el riesgo de desprendimientos.

"Unas precipitaciones tan extremas pueden ser aún más difíciles de afrontar si llegan tras meses de sequía", explicó Antonio Capelli, Presidente del Consorzio Vini Colli Bolognesi.

"Es un fenómeno que ya conocemos bien y que reduce la capacidad del suelo para absorber agua. Una agricultura artesanal frente a una intensiva puede aportar algunas armas más para hacer frente a estas condiciones adversas: gracias a la atención que se presta a la materia orgánica de los suelos es posible, de hecho, mantenerlos más permeables. Tenemos el deber de salvaguardar la agricultura de montaña tras las pérdidas ya irreversibles de la agricultura de montaña".

A medida que aumenta la frecuencia de los episodios de alta intensidad meteorológica, se hace cada vez más evidente que es esencial el compromiso conjunto de empresas, instituciones y población local.

"Las inundaciones que han afectado a nuestra zona ponen de relieve otra necesidad urgente, la de no subestimar el correcto mantenimiento de las cuencas hidrográficas", afirma Capelli. .

"Todo el mundo está trabajando duro para organizar, reprogramar la reanudación tratando de volver como antes, más fuerte que nunca. Dicen que Romaña tiene un gran corazón y estamos viendo una maravillosa camaradería entre las distintas generaciones, la gente marcha unida, solidaria, con una actitud concreta y sustancial para hablar esta tragedia."

"Estamos viendo cómo se intensifican los esfuerzos entre las instituciones y el sector privado, de modo que muchos se están arremangando para actuar con firmeza para salir de la emergencia".

La semana pasada Ferrari Trento anunció su compromiso de apoyar la reconstrucción de la zona subastando una botella de Ferrari F1® Podium Jeroboam que ha sido personalizada por todos los pilotos del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno FIA 2023 del circuito de Imola. Todos los ingresos serán donados a la Agencia para la Seguridad Territorial y la Protección Civil de Emilia-Romagna, que inmediatamente tomó medidas para ayudar a las zonas afectadas.