Explorar los terruños de Soave

La región vinícola de Soave, en el norte de Italia, contiene una multitud de terruños que le permiten producir una gran variedad de expresiones de vino blanco.

Situado al este de Verona, Soave es Denominación de Origen Controlada (DOC) desde 1968, mientras que Recioto di Soave y Soave Superiore son Denominaciones de Origen Controlada y Garantizada (DOCG) desde 1998 y 2001, respectivamente. La región en su conjunto tiene unas 6.300 hectáreas, aproximadamente la mitad que Borgoña.

En el conjunto de la región existen 33 Unità Geografiche Aggiuntive (UGA), o Unidades Geográficas Adicionales. Son el equivalente en Soave de un "cru" y pueden indicarse en la etiqueta de la botella si la producción puede rastrearse hasta allí.

La uva clave del Soave es la Garganega. Esta uva blanca puede dar aromas de almendra, manzana verde y flores blancas una vez vinificada, y debe constituir al menos el 70% en una mezcla. El resto, hasta un 30%, puede completarse con Chardonnay y Trebbiano di Soave, que pueden aportar suavidad y redondear la estructura del vino.

Aunque el tema del entorno de cultivo del Soave es complejo y presenta un gran número de matices, existen cuatro tipos de terroir clave que deben tenerse en cuenta a la hora de seleccionar el Soave adecuado para usted.

Colinas volcánicas

Situados en la parte central y oriental de los montes Lessini, el color de los suelos puede ir del gris al amarillo, pasando por el naranja, algo que depende en gran medida del nivel de oxidación que hayan sufrido. Las colinas con sustrato basáltico son más frecuentes al este de Soave. La altitud oscila significativamente entre los 50 y los 550 metros sobre el nivel del mar.

Cerca de la mitad de las viñas de esta zona de producción tienen más de 30 años, y la Garganega es la reina indiscutible, con un 95% de las variedades cultivadas.

Los vinos resultantes suelen tener mayor acidez, en parte debido a que las condiciones más frescas de la altitud preservan la frescura de la fruta. A ello contribuye también el sistema de conducción Pergola Veronese, por el que la fruta queda a la sombra del sol gracias a las hojas de la vid. El aroma distintivo de los vinos de esta zona es la canela, consecuencia del alto contenido en bencenoides del suelo, con notas de cereza y almendra.

Llanura volcánica

El valle del Monteforte es una de las zonas más fértiles de la región, con su combinación de arcilla y restos volcánicos. Aunque en general se considera que los suelos fértiles favorecen el rendimiento, pero van en detrimento de la calidad general del vino, esto no es estrictamente así en Soave.

Debido a su capacidad para retener la humedad, la arcilla de los suelos es una baza importante durante los veranos calurosos, ya que mantiene las vides sanas y permite que el vino final sea fresco.

Una vez más, aparecen aromas de canela, cereza y almendra, pero también con un toque de frutas del bosque.

Colinas calcáreas

Las suaves estribaciones situadas al oeste de los montes Lessini presentan suelos poco profundos, en los que las raíces de la vid sólo alcanzan unos 50 cm de profundidad, y escasa retención de agua debido a la cantidad de material pedregoso.

El sistema de conducción preferido aquí es el de espaldera, frente al más tradicional de pérgola veronesa, ya que es posible utilizar este sistema junto con la vendimia mecánica. Debido a la escasez de agua y a la pedregosidad del suelo, las vides suelen mostrar mucho menos vigor aquí. Con una menor cobertura foliar, las uvas tienden a madurar más rápidamente, pero no a expensas de la elegancia.

Las uvas de esta zona presentan altos niveles de terpenos, el grupo de compuestos aromáticos que puede conferir un notable aspecto floral al vino. En nariz también se aprecian cítricos frescos y frutas tropicales maduras.

Llanura calcárea

En comparación con las colinas, el suelo de las llanuras es más apto para la agricultura debido a una menor cantidad de piedras y un estrato activo más profundo.

La caliza activa que se encuentra en el suelo de las llanuras de Soave y Colognola da lugar a vinos que conservan la acidez. Aunque en general es de textura fina, alrededor de los arroyos el suelo tendrá una mayor proporción de rocas grandes y arena.

Los vinos de estas zonas de Soave suelen mostrar aromas de flores blancas y violetas.

Proteger estos entornos de cultivo únicos, que crean vinos tan singulares, es una prioridad clave del Consorcio del Soave.

Además de seguir de cerca los efectos del cambio climático, el consorcio también es un firme defensor de la gestión adecuada del suelo, sobre todo en lo que respecta a la reducción de los efectos de la erosión del suelo y la investigación de los riesgos hidrogeológicos de la región.

El paisaje de la región está definido por la viticultura, y el futuro de su producción vinícola vendrá determinado por las medidas que se tomen hoy.

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