Sicilia es un continente vinícola

En Sicilia En Primeur, el presidente de Assovini Sicilia, el conde Laurent Bernard de la Gatinais, habló a db de cómo la fuerza de la industria vinícola de la isla mediterránea radica en su diversidad.

Un grupo de periodistas de países tan lejanos como Japón y Estados Unidos se reunieron la semana pasada en la postal de Taormina con motivo de la 19ª edición de Sicilia En Primeur para degustar las novedades de las casi 99.000 hectáreas de viñedo de la isla (y de las islas menores circundantes).

Gatinais, que también es presidente de Tenuta Rapitalà, en Camporeale, provincia de Palermo, mencionó lo que ha cambiado para el vino siciliano en las dos últimas décadas: "Después de 25 años de Assovini Sicilia, por fin podemos decir que el mundo se está dando cuenta de que Sicilia es un continente vinícola; ni siquiera es una región, es un continente en miniatura. Ahora hay muy buen rosado y muy buen espumoso".

De hecho, el rosado y el espumoso sicilianos fueron objeto de dos clases magistrales distintas impartidas en el evento En Primeur por Elizabeth Gabay MW.

Dado que Sicilia cuenta con 23 DOC y una DOCG (Cerasuolo di Vittoria), Gatinais comparó la región con un "mosaico".

"Lo fantástico de Sicilia es que incluso con la misma variedad, Grillo, Catarratto o Nero d'Avola, puedes tener tantas interpretaciones diferentes, según el terruño".

A continuación esbozó lo que, en su opinión, son ahora los tres pilares institucionales clave del sector vitivinícola siciliano: Assovini Sicilia (creada en 1998), el consorcio Sicilia DOC (creado en 2011) y el organismo de sostenibilidad medioambiental y social Fundación SOStain Sicilia (creada en 2020).

Gatinais reconoció que la enorme variedad del vino siciliano puede plantear dificultades a la hora de comunicarlo a los consumidores. Pero argumentó que la "complejidad" y la "diversidad", resultado de milenios de ocupación por parte de multitud de potencias extranjeras, son intrínsecas tanto a la cultura siciliana en general como a sus vinos.

"Somos más resistentes al cambio climático gracias a nuestra diversidad. Tenemos una gran biodiversidad. Tenemos muchos microclimas y terruños. Esa diversidad es realmente nuestra estrategia. Es difícil cuando tienes tanto que comunicar, pero creo que la gente es cada vez más curiosa y quiere descubrir más y más. Sicilia es como una tienda de golosinas para los curiosos del vino".

"En términos de comunicación con gente de fuera, los vinos son una tarjeta de presentación de Sicilia. Ahora, cuando piensas en Sicilia, piensas en vino".

Según Gatinais, las 91 empresas miembros de Assovini Sicilia son "embajadoras" de la "belleza" y la "singularidad" de Sicilia.

Cuando se le preguntó por los viticultores que mezclan variedades internacionales y autóctonas, Gatinais bromeó diciendo que él mismo es mitad francés y mitad siciliano, y volvió a citar el pasado para explicar por qué la región sigue siendo receptiva a las influencias del extranjero: "Todas las culturas aportaron algo a Sicilia, así que aquí hay una forma diferente de pensar".

La llegada de extranjeros desempeñará un papel importante en el futuro de la industria vinícola siciliana, sugirió Gatinais, pero en forma de turistas, no de ejércitos invasores: "Aquí en Sicilia, o nos dedicamos a la agricultura o al turismo, no tenemos mucha industria. Llevamos en el ADN la hospitalidad turística. Ese sentido de la hospitalidad está en nuestra historia, en nuestra cultura. Y hay tanto que ver: historia, monumentos, arte".