Disminuye el número de italianos que beben vino con regularidad

El número de italianos que beben vino a diario se redujo en 400.000 entre 2022 y 2023, según datos de la Unione Italiana Vini (UIV).

Según los datos, recopilados por el Instituto Nacional de Estadística italiano (ISTAT), el número de italianos que beben vino se mantuvo igual entre 2022 y 2023, situándose en torno a los 29,4 millones -alrededor del 55% de la población total-, lo que supone un aumento del 2% respecto a la proporción de 2011.

Sin embargo, lo que ha disminuido es el número de italianos que beben vino a diario, que se reduce a 11,7 millones, 400.000 menos que en 2022.

Los 17,7 millones de bebedores de vino que no lo consumen a diario representan el 60% de todos los consumidores de vino en Italia -en 2011 este grupo solo suponía el 48% del total-.

Lamberto Frescobaldi, presidente tanto del Gruppo Marchesi Frescobaldi como de la UIV, comentó que los datos eran indicativos de un cambio cultural significativo: "Los nuevos resultados del ISTAT confirman una vez más la extraordinaria relación de los italianos con el vino: los hábitos cambian, pero el enfoque actual es probablemente aún más estimulante que el del pasado. Hoy en día, la demanda está más vinculada al placer y a compartir que al hábito, y creo que se trata de una importante prueba de madurez que confirma cómo el vino es sinónimo de moderación."

Las mujeres, en particular, beben menos vino, según la UIV, que afirma que se decantan más por otras categorías de bebidas, y los jóvenes, como es bien sabido, también beben menos. De hecho, el grupo demográfico de mayor edad ha demostrado ser un baluarte en lo que respecta al consumo de vino, con un 40% de bebedores habituales mayores de 65 años.

Sorprendentemente, aunque el consumo diario ha disminuido, la proporción de italianos que toman aperitivo ha aumentado un 31 % desde 2011, con unos 22 millones de personas que toman regularmente un cóctel, cerveza u otra bebida antes de cenar. El auge aparentemente imparable del Aperol Spritz en particular, impulsado por el marketing centrado en el estilo de vida aperitivo, puede haber contribuido significativamente a este fenómeno.

En cuanto a las regiones italianas con mayor proporción de consumidores de vino, Emilia-Romaña, cuna del Lambrusco, encabeza la lista con un 61,3%, seguida de la región más pequeña del país, Valle de Aosta, con un 60,5%, y la potente Toscana, con un 60,4%. La región con mayor crecimiento de consumidores es Trento, en el norte, con un +11%, mientras que Basilicata, en el extremo sur, registra una contracción del -9%.

La cuestión de cómo conseguir que los jóvenes beban más vino ocupó un lugar central en muchos de los debates del Foro Internacional Delle Venezie DOC del año pasado.