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La eliminación de toxinas del trigo y la cebada impulsará la producción de cerveza

Los nuevos métodos para eliminar las toxinas del trigo y la cebada están impulsando la germinación de las semillas y se prevé que mejoren la producción futura de cerveza.

Los hallazgos, publicados en el Journal of Food Engineering, mostraron que mediante el uso de "tecnología de remojo de plasma frío" para "atacar las micotoxinas fúngicas en los granos de trigo y cebada" durante el malteado, los científicos podrían aumentar "la germinación del grano en un 10-13% para aplicaciones potenciales en la producción de malta y cerveza".

Según los informes de ingredientes, los científicos investigadores, con sede en Canadá, habían reducido con éxito los niveles de zearalenona y deoxinivalenol, las dos principales micotoxinas que afectan a los granos, en un 54% en un minuto a una hora, lo que, según dicen, puede aumentar potencialmente la eficiencia de la industria de alimentos y bebidas.

La investigación describió cómo las micotoxinas crecen en condiciones cálidas y húmedas y pueden infectar más del 25% de los granos producidos anualmente a nivel mundial, incluidos los granos de cebada, trigo y avena, lo que puede conducir a cultivos de menor calidad y también representar amenazas para la salud humana y del ganado.

Históricamente, las micotoxinas han resistido las altas temperaturas, lo que ha significado que eliminarlas de los granos ha sido un desafío anteriormente. Sin embargo, la desactivación sostenible de las toxinas mediante el uso de plasma frío, lo que se conoce como "tecnología emergente", podría ayudar a su recuperación. Una técnica que, además, no deja ningún residuo en el grano, eliminando la necesidad de desinfectantes químicos. Un punto a favor para un sector que está buscando formas de ser más consciente de la salud y el medio ambiente, así como ecológicamente sostenible.

Según los científicos, remojar la cebada en agua activada por plasma redujo los niveles de deoxinivalenol (una micotoxina producida por el hongo Fusarium graminearum) del grano. Según se informa, el deoxinivalenol en la cebada ha causado pérdidas financieras considerables a las industrias de cereales y maltería en el pasado.

La investigación destacó cómo, si los fabricantes no descomponen esta micotoxina durante las operaciones de malteado, puede transferirse a la cerveza producida, lo que podría provocar enfermedades en los consumidores. Sin embargo, también demostró que las nuevas técnicas podrían llevar a la industria hacia adelante y agregó que el equipo ahora también explorará métodos de plasma frío para su uso en la reducción de la contaminación microbiana en los alimentos y el agua que pueden causar enfermedades por patógenos bacterianos como Escherichia coli y Salmonella.

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