Millésime BIO 2024 demuestra su popularidad con su tercera feria post-Covid

Montpellier acogió a miles de personas en Millésime BIO 2024, la feria de vinos ecológicos más importante del mundo, con una asistencia que ya supera con creces las cifras anteriores a Covid.

Millésime BIO 2024, una cita ineludible para productores, importadores y comerciantes de productos ecológicos, volvió al recinto ferial de Montpellier los tres últimos días de enero. Los visitantes pudieron degustar vinos ecológicos de 1.500 expositores elaborados en 20 países diferentes. Aunque, como es lógico, Francia estaba muy representada, llegaron vinos de lugares tan lejanos como Turquía, Argentina y Nueva Zelanda.

La asistencia al salón -9.600 visitantes al recinto ferial, además de los que se unieron a su sesión digital- demuestra un retorno a su trayectoria anterior a Covid. Tras haber alcanzado los 10.000 visitantes en 2023, las cifras muestran una vuelta a cifras elevadas y constantes después de unos años difíciles. Tanto la edición de 2020 (celebrada antes de que entraran en vigor las restricciones de Covid-19) como la de 2022 recibieron unos 7.000 visitantes. La edición de 2021 había sido totalmente digital.

"Nos alegró mucho ver que el comienzo de la feria, a las 10 de la mañana del primer día, estaba abarrotado", comentó entusiasmada Jeanne Fabre, presidenta de Millésime BIO 2024. "Nunca habíamos visto que se llenara tan rápido".

Entre los éxitos de este año, una nueva zona dedicada al vino a granel permitió a los compradores acceder con facilidad a estos productos. La zona de degustación hizo hincapié en la facilidad y la gratuidad de la degustación. Los visitantes podían servirse ellos mismos, y la información les dirigía a los productores si necesitaban más información.

"Antes no teníamos volumen, de hecho durante mucho, mucho tiempo. No podíamos responder a las cantidades que necesitaban todos los países monopólicos", explicó Fabre. "Pero ahora es una gran oportunidad, porque sí quieren vino ecológico y podemos responder a eso".

Otra de las nuevas iniciativas celebraba específicamente la biodiversidad. Un concurso titulado "La Biodiversité, c'est mon domaine!" pretendía encontrar a los productores que mejor atendían a la biodiversidad en su práctica ecológica. De entre más de 100 candidaturas, un jurado de expertos seleccionó a nueve para otorgarles los premios de oro, plata y bronce. Vigne de Cocagne, Famille d'Exéa y Carrière Pradal recibieron las máximas medallas de oro.

De cara al futuro de la feria, Fabre destacó el crecimiento sostenible frente a la rápida expansión. "Estamos abiertos a cualquier idea que nos haga útiles para los productores de vino", afirmó. No obstante, insistió en que su objetivo es siempre atraer a visitantes de calidad, no inflar las cifras de la feria. "Nos aseguramos de que sólo haya compradores potenciales y no gente de otros sectores del comercio. Por supuesto que atraería más visitantes a la feria, pero no ayuda al vinicultor a vender su vino".

Frente a la expansión internacional de numerosas ferias, Millésime BIO se compromete decididamente a mantener su carácter local. La feria acoge a productores internacionales, pero está organizada por una asociación interprofesional occitana y funciona al servicio de esos productores. "No se trata sólo de no querer ir más lejos; además, queremos que vengan aquí. Es la única feria internacional del vino que sigue estando en medio de los viñedos".

La feria volverá en enero de 2025, y los planes detallados llegarán a finales de año. Aún así, Fabre tiene un consejo que puede adelantarse a los eventuales anuncios: "Es difícil cuando se trata de un espacio tan grande. Hay que tener buenos zapatos".