Abre la primera licorería de Arabia Saudí

Al parecer, Arabia Saudí está a punto de levantar parcialmente su prohibición total del alcohol, ya que se dispone a abrir una licorería en la capital, Riad, pero sólo podrán comprar allí los diplomáticos.

Arabia Saudí se está abriendo rápidamente al resto del mundo en un intento de desvincular su economía del petróleo. Ya sea fichando a grandes estrellas del deporte, como Cristiano Ronaldo y Sadio Mané, para que jueguen en su liga de fútbol, o desarrollando su industria turística, el Estado saudí intenta suavizar su reputación de violador de los derechos humanos (como detalla ampliamente Amnistía Internacional) mediante un grado menor de liberalización.

Los informes sobre una tienda autorizada a vender alcohol son un indicio más de esta tendencia.

CNBC sugiere que la tienda estará situada en el barrio diplomático de Riad y sólo podrán acceder a ella los diplomáticos no musulmanes. También afirma que la entrada a la tienda tendrá que validarse a través de una app llamada Diplo.

Además, cada cliente tendrá un cupo mensual de lo que puede comprar (aunque un diplomático occidental lo describió como "extremadamente bien surtido"), y no está permitido utilizar teléfonos en su interior, ya que el Estado saudí no quiere que se tomen y compartan fotografías de su contenido.

Un consultor, que deseaba permanecer en el anonimato, declaró a la CNBC que la medida era "un pequeño paso hacia la eventual apertura de la venta de alcohol a los no musulmanes en Arabia Saudí, en hoteles y otros locales". También se entiende que la medida es, en parte, un esfuerzo por reprimir el contrabando de alcohol en el país. Según la legislación saudí vigente, los extranjeros a los que se sorprenda consumiendo alcohol pueden ser expulsados, mientras que los ciudadanos pueden ser encarcelados o incluso azotados públicamente.

Desde hace varios años se viene observando que, en un intento por atraer a los turistas occidentales (y, de hecho, a los inversores), Arabia Saudí va a legalizar el consumo de alcohol, aunque con muchas salvedades. Neom, una megaciudad propuesta de 75 millas de largo en línea recta capaz de albergar a cinco millones de personas, tendrá al parecer bares de vinos y cócteles, supuestamente situados justo al lado de la costa para eludir las leyes contra el consumo de alcohol.

La cuestión de cómo se las arregla la Península Arábiga para atraer a visitantes occidentales (muchos de los cuales beben alcohol) al tiempo que se adhiere a la doctrina islámica también apareció antes de la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Qatar.