Una colección "espectacular" de vinos de Burdeos de 1995 y 2000 a la venta

La casa de subastas francesa iDealwine ofrece una colección de 699 botellas de Burdeos de las "legendarias" añadas 2000 y 1995, valoradas en más de 600.000 euros (523.000 libras). 

La colección de vinos bordeleses de primera categoría comprende botellas de 75 cl, magnums y dobles magnums de algunos de los nombres más conocidos de la región, exclusivamente de las añadas 1995 y 2000, muchos en sus cajas de madera originales, y todos procedentes de la misma colección privada.

Entre los lotes más destacados figuran un estuche de 12 Lafite-Rothschild 2000 (estimación: 13.800 euros), un estuche de 12 Cheval-Blanc 2000 (estimación: 10.200 euros) y medio estuche de L'Evangile 2000 (estimación: 1.860 euros) , así como un raro estuche mixto Carré d'As de doce magnums de Châteaux Petrus, Latour, Haut-Brion y Margaux de la añada 2000 (estimación: 32.000 euros). El 23 de noviembre se subastarán lotes de seis y doce botellas de Petrus, Latour, Haut Brion y Margaux de 2000.

La venta se produce tras la decisión de la coleccionista de vender su propiedad del siglo XVIII, que ha albergado su colección de Primeros Crecimientos meticulosamente seleccionados y en la que invirtió en 2001, como una añada "icono del futuro", que era "simbólica por ser el primer vino del nuevo milenio", según iDealwine.

Los vinos se han almacenado en condiciones ideales en una bodega abovedada, con control de temperatura y humedad a medida.

Según la casa de subastas, la añada de 1995 se caracterizó por un verano especialmente caluroso y seco que produjo uvas perfectamente maduras y una cosecha abundante. Los châteaux pudieron así seleccionar meticulosamente las uvas y limitar los rendimientos para optimizar la concentración. El resultado fueron "vinos muy consistentes, ricos, untuosos y perfectamente equilibrados", afirma iDealwine. "Fue una añada realmente excepcional en todas las denominaciones de Burdeos, pero nos fijamos en los mejores productores de vinos con una alta proporción de Merlot -Pomerol y Saint Emilion, por supuesto- para los 1995 que son especialmente notables."

La colección también incluye muchos vinos de la "espectacular" añada 2000, un año en el que las condiciones climáticas fueron especialmente propicias para la maduración del Cabernet Sauvignon. Los vinos resultantes tenían -y siguen teniendo- "un color profundo, fruta concentrada en boca y en nariz, taninos maduros y un final notablemente largo".