La Oktoberfest "más popular de la historia

El buen tiempo y el ambiente más relajado desde la pandemia de Covid han hecho que este año la Oktoberfest de Múnich haya batido récords.

Unos 7,2 millones de invitados asistieron al evento, lo que supone un aumento con respecto al nivel anterior a la pandemia, que fue de 6,3 millones en 2019 y de 5,7 millones el año pasado.

Cada vez hay más asistentes, pero beben menos, ya que, según la organización del festival, se sirvieron unos 6,5 millones de litros de cerveza, una cifra inferior a los 7,1 millones del año pasado y también significativamente inferior a los 7,3 millones de 2019. Los organizadores señalaron que las cálidas temperaturas aseguraron un aumento de alrededor del 50% en el consumo de bebidas no alcohólicas, con los invitados "confiando principalmente en el agua, que a veces se agotó en varias carpas".

Los atentos camareros se llevaron 115.600 jarras de cerveza, una cifra inferior a las 137.790 de 2022, pero significativamente superior a las 107.880 de 2019. Las imágenes y vídeos de la entrega de jarras se han hecho populares en redes sociales como TikTok e Instagram, y varias de ellas se han hecho virales en las últimas semanas. También aumentó el volumen de comida consumida, en torno a un 15 %, con un buen comportamiento de las especialidades bávaras clásicas, junto con opciones ecológicas y veganas.

En cuanto a la sostenibilidad del evento, el consumo de electricidad se redujo un 12% respecto a 2022, aunque el de agua aumentó un 7,2% debido a las condiciones meteorológicas. El consumo de gas también aumentó un 6,5% debido a la instalación de calefactores de jardín. Pero la carpa Stubn de Múnich prescindió totalmente del gas.

Este año también se ha creado por primera vez un centro de reciclaje para la eliminación de residuos. Se retiraron 712.330 kg de residuos para eliminación, 5.780 kg de residuos para valorización energética, 77.380 kg de papel, cartón y envases de cartón y 53.255 kg de vidrio roto mezclado.

Aunque el evento tiene una importante presencia internacional, la mayoría de los invitados procedían de Múnich o sus alrededores. Además, este año existía la posibilidad de adquirir entradas en línea a partir de reservas no utilizadas para intercambiarlas o comprarlas, lo que redujo el mercado negro, y 440 mesas para diez personas cambiaron de manos.

El portavoz de trabajo y economía, el jefe de Wiesn Clemens Baumgärtner, declaró: "Hemos vivido una Oktoberfest como sacada de un libro ilustrado, caracterizada por una actitud veraniega y relajada ante la vida.

"Los invitados de Wiesn pasearon relajadamente por el recinto del festival, echaron un vistazo al interior de una que otra carpa de cerveza, se sentaron en el jardín y probaron los carruseles. El agua era la bebida del momento, junto con la cerveza. El ambiente excepcionalmente bueno y predominantemente relajado de la Wiesn fue elogiado por todos".