Los banqueros chinos deben dejar de exhibir su riqueza

Mientras el país se recupera del impacto de los múltiples bloqueos de Covid, las empresas financieras chinas han pedido a su personal que se abstenga de lucir ropa, bolsos y relojes caros, y de derrochar en cenas y ocio de lujo.

Los profesionales de las finanzas chinos han sido criticados por exhibir sus "ostentosos" estilos de vida mientras gran parte del país lucha contra la austeridad.

Según un informe de Reuters, el máximo organismo de control chino se comprometió a principios de año a eliminar cualquier noción de "élite financiera" al estilo occidental y a rectificar la búsqueda excesiva del "gusto de gama alta", una postura que podría repercutir en las ventas de vinos finos y licores raros.

Según Reuters, el personal de un gran fondo de inversión estatal chino y de un banco de tamaño medio ha recibido instrucciones de no mostrar estilos de vida de lujo. Esto incluye publicar fotos en las redes sociales de comidas, ropa o bolsos caros, según reveló un empleado.

Al parecer, también se ha comunicado al personal que ya no puede alojarse en hoteles de cinco estrellas cuando viaja por trabajo.

Las reformas anunciadas en marzo por el regulador chino de valores exigían equiparar la retribución del personal bancario a la de los funcionarios.

Como consecuencia, CITIC Securities está recortando el sueldo de sus empleados en un 15%, mientras que China International Capital Corps ha recortado las primas de los banqueros de inversión hasta en un 50% este año, en un intento de Pekín por acabar con la creciente disparidad de ingresos.

Detrás de la medida de restar importancia a la riqueza de los financieros hay tanto un deseo de no ser visto como una violación de la ideología del Partido Comunista, como un impulso para acabar con la corrupción en el sector financiero chino, que mueve 57 billones de dólares.

Recortar los beneficios de las élites financieras es una forma de mantener la estabilidad social y política durante un periodo de desempleo récord e incertidumbre económica para las personas y las empresas que se están reconstruyendo tras el caos de los últimos tres años.