Una oleada de robos en las licorerías de Chicago

El lunes por la noche, tres tiendas de licores del norte de Chicago fueron asaltadas por el mismo grupo de ladrones armados en el espacio de una hora, la segunda matanza de este tipo en una semana.

Los ataques coordinados del lunes comenzaron a las 20.43 horas, cuando un grupo de cuatro hombres armados con pistolas irrumpió en el Depósito de Bebidas Mr. P exigiendo "todo" y amenazando con disparar.

Según CBS News Chicago los atracadores saltaron el mostrador y encañonaron a dos empleados, llevándose el contenido de ambas cajas registradoras (cuyo valor se estima entre 3.000 y 4.000 dólares). También se llevaron los teléfonos móviles de los empleados y golpearon a uno de ellos en la cara antes de marcharse a pie hacia su siguiente objetivo.

20 minutos más tarde los atracadores asaltaron Before You Go Liquor, y poco después, a las 21.20 horas, atacaron también Clybourn Market, amenazando con abrir fuego contra ambos. Según los informes, en uno de los atracos llevaron a la víctima hasta un cajero automático y la obligaron a sacar dinero.

El Departamento de Policía de Chicago emitió la siguiente descripción de los autores: "Cuatro delincuentes afroamericanos varones, de entre 20 y 25 años, uno de ellos vestía una sudadera gris con capucha y los otros tres, sudaderas negras con capucha y vaqueros".

Esta serie es la continuación de una matanza que tuvo lugar en la noche del jueves 11 de enero, en la que se atacaron cinco tiendas de licores en dos horas. Según CBS News Chicago en estos robos participaron tres ladrones armados, y en el informe del día siguiente no estaba claro si todos los incidentes estaban relacionados. Tampoco está claro si esta oleada de robos a mano armada está relacionada con los del lunes.

Dado que, por lo que dicen los informes, no se robó alcohol en los locales, sino sólo dinero en efectivo y teléfonos, no está claro por qué las licorerías en particular han sido el blanco de los robos; una posible explicación es que su tamaño relativamente pequeño y su horario de apertura tardío hacen que sea más fácil atacar varias de ellas en rápida sucesión sin levantar demasiada alarma.

El consejo de la policía a las tiendas afectadas por los atracadores es "alertar a los comercios cercanos" y no "intentar razonar" con los delincuentes.

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