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El CEEV y Spirits Europe presentan una queja formal por las advertencias sanitarias en las etiquetas de los vinos irlandeses

El Comité Europeo de Empresas Vinícolas (CEEV) y Spirits Europe han presentado sendas denuncias para solicitar a la Comisión Europea que incoe un procedimiento de infracción contra los controvertidos planes irlandeses de nueva legislación sobre etiquetado del alcohol.

Las medidas, anunciadas en junio del año pasado, incluirán en las etiquetas de las bebidas alcohólicas advertencias sobre los riesgos para la salud del consumo excesivo de alcohol.

La reacción de los productores de vino europeos ha sido mordaz: algunos afirman que añadir tales advertencias confunde el consumo moderado de alcohol con las enfermedades hepáticas y el cáncer, lo que constituye un "insulto" a los vinicultores. La industria vinícola italiana se ha mostrado especialmente indignada por los planes de Dublín.

Ahora, el CEEV, que representa a las empresas vitivinícolas de la Unión Europea, ha presentado una denuncia en la que acusa al Gobierno irlandés de imponer normas "desproporcionadas" que "nunca estuvieron debidamente justificadas".

En concreto, el CEEV acusa a la normativa de constituir una "barrera al comercio contraria a los artículos 34 y 36 del Tratado de Funcionamiento de la UE, poniendo así en peligro el mercado único de la UE".

En palabras del presidente del CEEV, Mauricio González-Gordon: "Las disposiciones incluidas en la normativa irlandesa sobre etiquetado son incompatibles con la legislación de la UE y constituyen un obstáculo injustificado y desproporcionado al comercio en el marco de la legislación de la UE. Fragmentarán el Mercado Único de la UE afectando a su correcto funcionamiento, obstaculizando de facto el acceso de productos de otros Estados miembros a Irlanda y generando así una clara discriminación a los productos importados."

"Aunque apoyamos plenamente la lucha contra el abuso del alcohol", explicó González-Gordon, "creemos firmemente que este objetivo podría alcanzarse con medidas más eficaces y menos restrictivas del comercio que deberían ser, además, compatibles con la legislación vigente de la UE."

El secretario general del CEEV, Ignacio Sánchez Recarte, afirmó que al comité no le quedaba "otra opción" que presentar una denuncia contra Irlanda: "Seguimos convencidos de que es responsabilidad de la Comisión Europea trabajar para definir un marco legal armónico y científicamente apropiado que proteja el mercado único de la UE e informe adecuadamente a los consumidores. Como CEEV, estamos dispuestos a colaborar proactivamente en este asunto".

Espirituosos Europa

Se produce mientras Spirits Europe, la asociación comercial con sede en Bruselas que representa al sector de las bebidas espirituosas de 31 asociaciones nacionales y 8 empresas multinacionales líderes, entre ellas Barcadi-Martini, Moet Hennessy y Diageo, cree que el proyecto de reglamento "representa una barrera comercial desproporcionada que obstaculiza la libre circulación de mercancías" y también ha presentado una denuncia.

Según la asociación, las nuevas normas impedirían la venta en Irlanda de otras bebidas alcohólicas comercializadas legalmente en los Estados miembros de la UE, a menos que se reetiqueten con información adicional sobre los gramos de alcohol y el número de calorías del envase, así como texto y pictogramas de advertencia sanitaria.

Esto haría "considerablemente más complejo y costoso para los productores y distribuidores no irlandeses de dentro y fuera de la UE poner sus productos a disposición de los consumidores irlandeses", afirmaba.

En relación con la denuncia formal, el director general de Spirits Europe, Ulrich Adam, ha declarado: "Creemos que Irlanda no ha demostrado la admisibilidad de sus medidas. Además, la Comisión está obligada a presentar en breve nuevas normas armonizadas de etiquetado de bebidas alcohólicas. En tal situación, la práctica común aconseja que se suspendan los planes de desviación de las normas nacionales".

"Reconocemos y respetamos plenamente el derecho de Irlanda a tomar medidas para garantizar un alto nivel de protección de la salud pública de sus ciudadanos. Existen numerosas medidas de salud pública significativas, proporcionadas y basadas en pruebas para ayudar a reducir los daños relacionados con el alcohol. Sin embargo, parece que Irlanda ha realizado un análisis insuficiente de la proporcionalidad de sus opciones políticas concretas en materia de etiquetado, ya que existen claramente otras opciones adecuadas, aunque menos restrictivas para el comercio."

El grupo también destacó que las pruebas presentadas por Irlanda a la Comisión Europea sobre la justificación de las nuevas normas eran "inaccesibles al público", dijo.

concluyó Adam: "Creemos que el público tiene derecho a saber qué pruebas han recopilado y examinado Irlanda y la Comisión Europea para considerar justificadas y proporcionadas las medidas previstas. En aras de la transparencia y de una mejor legislación, creemos que la evaluación debe ser accesible al público en su totalidad."

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