Las ventas de cerveza en EE.UU. caen a su nivel más bajo en un cuarto de siglo

Los estadounidenses beben actualmente la menor cantidad de cerveza desde la década de 1990, según los últimos datos del informe Beer Marketers' Insight (BMI).

El informe revela que los envíos de cerveza han caído un 5% en los tres primeros trimestres de 2023, y que iban camino de caer por debajo de los 200 millones de barriles en todo el año.

Como resultado, este sería el nivel más bajo de consumo de cerveza en EE.UU. desde 1999, y frente a un crecimiento demográfico del 23% desde el cambio de milenio.

En declaraciones a la NBC, el vicepresidente de BMI, David Steinman, afirmó que había sido un "año difícil para la cerveza" y que las grandes marcas mundiales, especialmente populares en Estados Unidos, como Coors Light, Miller Light y Bud Light, habían registrado descensos.

Steinman afirmó que el descenso a largo plazo se debía a la competencia de una serie de nuevos productos alcohólicos, elaborados por productores que tradicionalmente no habían dominado el mercado, como Anheuser Busch.

Lester Jones, vicepresidente de análisis y economista jefe de la Asociación Nacional de Mayoristas de Cerveza, añadió a la NBC que algunas de las mayores empresas de refrescos y bebidas energéticas del mundo introdujeron en el mercado bebidas alcohólicas con azúcar, "todas las cuales compiten por las mismas ocasiones de consumo que los productos tradicionales con malta y lúpulo", dijo.

A pesar del descenso de las variantes tradicionales "Light" y del mercado general de la cerveza en EE.UU., han aumentado las importaciones, como Modelo Especial, que también se ha convertido en la marca más vendida en América.

Además, las ventas de cerveza en el resto del mundo siguen siendo fuertes y el continuo crecimiento de la premiumización ha supuesto un aumento de los beneficios frente a un menor volumen de ventas.

Jones añadió que la industria de la cerveza en EE.UU. tuvo un "viaje salvaje" en 2023, que siguió al declive de la explosión de la cerveza artesanal que había dominado la década de 2010, y la bebida ahora tenía que competir con la amplia gama de bebidas alcohólicas disponibles, lo que había creado "un mercado de alcohol sobreabastecido que vio una rápida afluencia de nuevos productos".