Château Mouton Rothschild desvela el arte de la etiqueta 2021

Château Mouton Rothschild ha desvelado la obra de arte original para su añada 2021, que ha sido diseñada por el artista japonés Chiharu Shiota. 

Shiota, nacida en Osaka en 1972 pero afincada actualmente en Berlín, se inspiró en la armonía natural que encontró en los viñedos, y explicó que cuando visitó Château Mouton Rothschild se inspiró en su relación con la naturaleza. "Dependen del clima y no interfieren con la madre naturaleza. Aceptan las condiciones en las que crecen las uvas", afirma.

La obra resultante yuxtapone y conecta la frágil silueta de una figura humana y la abundancia de la propia naturaleza, y la delicadeza del equilibrio y la fragilidad de los vínculos entre la naturaleza y el ser humano parecen ser sus leitmotivs, según el comunicado de prensa de Mouton.

"Es como si la figura se aferrara al equilibrio entre la naturaleza y los humanos. Su agarre no puede ser demasiado fuerte o el hilo se romperá, ni demasiado flojo o la nube se desvanecerá y la conexión se romperá".

Shiota explicó que las cuatro líneas que conectan al ser humano con el entorno representaban las cuatro estaciones y todas las emociones ligadas a ellas: soledad, esperanza, superación.

"Es como conservar la memoria del año en el vino. Me parece muy fascinante porque yo también creo que los objetos que nos rodean acumulan nuestros recuerdos y nuestra existencia", afirmó.

Como artista, la inspiración de Shiota suele surgir de una experiencia o emoción personal que ella amplía a preocupaciones humanas universales como la vida, la muerte y las relaciones. Ha redefinido el concepto de memoria y conciencia recogiendo objetos corrientes, como zapatos, llaves, camas, sillas y vestidos, y envolviéndolos en inmensas estructuras de hilo. Explora esta sensación de "presencia en la ausencia" con sus instalaciones, pero también presenta emociones intangibles en sus esculturas, dibujos, vídeos de performances, fotografías y lienzos.

En 2008 recibió el Premio de Fomento del Arte para Artistas Noveles del Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología de Japón. Su obra se ha expuesto en instituciones internacionales de todo el mundo, como el Hammer Museum, Los Ángeles (2023); Queensland Art Gallery of Modern Art (QAGoMA), Brisbane (2022); ZKM | Zentrum für Kunst und Medien, Karlsruhe (2021); Museum of New Zealand Te Papa Tongarewa, Wellington (2020); Mori Art Museum, Tokio (2019); Gropius Bau, Berlín (2019); Art Gallery of South Australia (2018); Yorkshire Sculpture Park, Reino Unido (2018); Power Station of Art, Shanghái (2017); K21 Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen, Düsseldorf (2015); National Museum of Asian Art - Smithsonian Institution, Washington DC (2014); Museum of Art, Kochi (2013); y National Museum of Art, Osaka (2008), entre otros. También ha participado en numerosas exposiciones internacionales, como el Festival Internacional de Arte de Oku-Noto (2017); la Bienal de Sídney (2016); la Trienal de Arte de Echigo-Tsumari (2009) y la Trienal de Yokohama (2001). En 2015, Shiota fue seleccionada para representar a Japón en la 56.ª Bienal de Venecia.

Desde 1945, las etiquetas de cada cosecha de Château Mouton Rothschild se ilustran con una obra de arte original, que se añade año tras año a la colección única de arte contemporáneo que reúne a artistas muy diferentes y de procedencias muy diversas. La propiedad ha trabajado con algunos de los nombres más famosos del mundo, como Salvador Dalí, César, Joan Miró, Marc Chagall, Pablo Picasso, Andy Warhol, Pierre Soulages, Francis Bacon, Balthus, Jeff Koons, David Hockney, Annette Messager, Olafur Eliasson y Peter Doig, cuyas obras originales se exponen en el propio Château Mouton Rothschild, en la sala Pinturas para las etiquetas.

Nota de cata

Aún no he vuelto a catar el Mouton Rothschild 2021 en botella, pero sin duda fue uno de los vinos más destacados de las catas en primeur, rebosante de energía, vivacidad y frescura.

Mouton Rothschild 2021 (Pauillac; 89% Cabernet Sauvignon; 10% Merlot; 1% Cabernet Franc; catado en el nuevo chai del Chateau d'Armailhac; catado en primeur). Preciosa fruta de cassis, rica, oscura y expresiva, con una atractiva sugerencia de grafito y cedro en el fondo - un grupo de apoyo a la estrella que es aquí el Cabernet Sauvignon. En boca, el vino es muy esbelto, pero muy brillante en el ataque, con una energía y vivacidad que uno no espera a primera vista. De hecho, es como si la fruta fresca pareciera romper los límites de la suave estructura. En el proceso, aporta un sorprendente interés, detalle, definición y pixelación multicolor al paladar medio. Es como un espectáculo de fuegos artificiales. Al final, la fruta es contenida por los taninos que se acumulan a lo largo de la espina dorsal. Pero entonces, justo cuando uno imagina que el espectáculo ha terminado, la fruta se escapa de nuevo, esta vez más fresca y más jugosa y sápida en un brillante crescendo en abanico al final. Me encanta la energía de este vino. Es muy diferente de Lafite o Latour y probablemente no es lo que esperas. 95-97.