Un dúo australiano bate el récord Guinness de bares a pie

Harry Kooros y Jake Loiterton visitaron 99 pubs y bares de Sídney durante 24 horas y gastaron 1.500 dólares australianos (784 libras esterlinas).

 

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Kooros y Loiterton, ambos de 26 años, emprendieron su épica búsqueda tanto para recaudar fondos para la organización benéfica MS Australia, que lucha contra la esclerosis múltiple, como para concienciar sobre los retos a los que se enfrentan las industrias nocturnas de Sydney, especialmente desde la pandemia de Covid-19, según explicó Kooros a Guinness World Records: "Queríamos intentar reavivar la chispa de una parte en declive de lo que hace tan grande a Sydney".

Aunque inicialmente habían planeado tomar una bebida alcohólica en uno de cada dos pubs, prevaleció la preocupación por estar demasiado ebrios (y las leyes de Sídney sobre la embriaguez pública).

A partir de medianoche, emprendieron el que posiblemente fuera el tramo más difícil, ya que resultó difícil encontrar locales abiertos hasta esa hora.

Otra dificultad que surgió al principio fue el reto de ingerir tantas bebidas, aunque muchas de ellas fueran sin alcohol. A las dos horas, Kooros vomitó, y se observó que las constantes pausas para ir al baño se convirtieron en un factor que ralentizó su progreso.

"Jake aguantaba mucho mejor la gran cantidad de líquido que necesitábamos, así que no le afectaban demasiado las bebidas gaseosas", explica Kooros. "A mí, en cambio, me costaban mucho las bebidas con gas, así que intentaba tomar zumos siempre que podía".

Desde las 5 de la mañana hasta las 9, la pareja esperó a que los bares volvieran a abrir antes de reemprender el viaje.

Otra dificultad que tuvieron fue que sus cámaras (filmar es un requisito para muchos récords Guinness) hicieron que algunos bares no les dejaran entrar.

Aunque pulverizaron el récord anterior de 78 bares, establecido por el sudafricano Heinrich de Villiers, no alcanzaron su objetivo de 100 bares debido a un error de recuento.

En total, pasaron una media de 14 minutos en cada punto y caminaron unos 45 kilómetros a lo largo del día, casi 3 kilómetros más que la distancia de un maratón.

"El domingo siguiente nos cansamos bastante, pero fue muy divertido y nos llevamos muy buenos recuerdos con los amigos", comenta Kooros. "Además, fue estupendo poder recaudar dinero para una gran organización benéfica de MS Australia".

Este no es el único récord Guinness relacionado con la bebida que se ha batido recientemente: Aristotelis Valaoritis, un asesor de seguridad chipriota de 62 años, pulverizó el anterior récord de equilibrio entre copas de vino.