Se amplía el horario de venta de bebidas alcohólicas al por menor en Nueva York

La Gobernadora Kathy Hochul ha aprobado una serie de leyes sobre el alcohol para aliviar la carga de las pequeñas empresas, incluida la ampliación de la duración de la licencia de alcohol para las empresas de un año a tres, y permitir que las tiendas de licores abran más temprano los domingos.

Según la nueva legislación, la venta al por menor de alcohol los domingos estará permitida de 10 de la mañana a 10 de la noche. Con la anterior ley estatal, las licorerías no podían abrir hasta mediodía y tenían que dejar de vender alcohol a las 21.00 horas.

Cabe destacar que las nuevas normas ahora coinciden con las horas en las que los restaurantes y bares de Nueva York tienen permitido vender alcohol desde 2016, igualando así las condiciones.

Además, las nuevas leyes también amplían la duración de la licencia de bebidas alcohólicas de una empresa de un año a tres.

Los comercios podrán preparar y conservar bebidas que contengan alcohol en máquinas expendedoras presurizadas y las tiendas minoristas podrán ahora ofrecer regalos complementarios y artículos promocionales relacionados con la venta de vinos y licores.

"En todo Nueva York, las cervecerías, destilerías y otras empresas de bebidas alcohólicas están creando puestos de trabajo y ampliando las oportunidades económicas", afirmó la gobernadora Kathy Hochul en un comunicado.

"Estoy orgulloso de firmar esta legislación que modernizará las leyes que rigen la venta de bebidas alcohólicas en Nueva York".

Sin embargo, parece poco probable que se apruebe un proyecto de ley para permitir la venta de vino en los supermercados. Los propietarios de las licorerías del estado de Nueva York, que durante mucho tiempo han detentado el monopolio del mercado, insisten en que sería perjudicial para el negocio.

A pesar de que otros 40 estados de EE.UU. permiten el vino en las estanterías de los supermercados, la senadora Liz Krueger, del distrito de Manhattan) declaró:

"No creo que lo consigamos este año. De hecho, sé que no lo conseguiremos este año".

Krueger añadió: "Pero espero que los neoyorquinos echen un vistazo a todo nuestro planteamiento sobre cómo y dónde vendemos los distintos tipos de alcohol y digan: 'Esto ya no tiene sentido'".