Cerrar Menú
Noticias

Los productores de coñac, enzarzados en una furiosa disputa con los vecinos por las ruidosas turbinas

Los habitantes de una parte de la región productora de coñac están enfrentados a los viticultores locales por unas turbinas "ensordecedoras" contra las heladas.

Después de que las fuertes heladas de 2021 arruinaran una parte importante de su cosecha, los viticultores de Saint-Ciers-Champagne, en el departamento de Charente-Maritime, erigieron una serie de mástiles que utilizan para calentar el aire en los viñedos y evitar daños a sus uvas. Sin embargo, los habitantes de la zona afirman que los dispositivos suenan como helicópteros que sobrevuelan sus cabezas e interrumpen su sueño.

Su presencia se ha convertido en la fuente de algunos conflictos considerables en la región.

"Estos grandes ventiladores, equipados con dos velas colocadas en un mástil a 12 metros de altura, se ponen en marcha automáticamente cuando la temperatura desciende a 1,6 ºC", explica Bruno Delannoy, presidente de la destilería Vinet-Delpech, al diario francés Le Figaro.

"Son capaces de captar menos aire frío, situado más arriba, y llevarlo al nivel del suelo para evitar que la temperatura descienda demasiado".

La empresa de Delannoy posee 100 hectáreas de viñedos en las denominaciones Fins Bois y Petite Champagne de Cognac.

Sin embargo, el alcalde de Saint-Ciers-Champagne, Michel Vion, se ha pronunciado en contra de este sistema de protección de las uvas contra los daños repentinos de las heladas.

"Tenemos unas 20 torres en la ciudad. Cuando están en funcionamiento, emiten entre 80 y 100 decibelios de ruido hacia la ciudad. Cuando hay muchas heladas, como en abril de 2021, funcionan 10 días seguidos durante 12 horas seguidas, de 21.00 a 9.00 horas. La gente no puede dormir".

Vion convocó una reunión entre residentes y viticultores, pero dijo: "Teníamos ante nosotros a un agresivo grupo de viticultores empeñados en defender sus viñedos a toda costa".

Bernard Maindron, alcalde de la localidad vecina de Allas-Champagne, declaró a Le Figaro que no existe ninguna legislación que regule el uso de las turbinas o que imponga una "distancia mínima a las viviendas".

Los partidarios de los vignerons y sus torres afirman que la industria del coñac emplea a 60.000 personas a nivel local y genera 3.600 millones de euros en ventas, por lo que los residentes deberían tolerarlos por el bien común.

Citan el ejemplo del departamento de Loir-et-Cher, donde las autoridades han promulgado un decreto que prohíbe cualquier impugnación legal de las torres antiheladas, alegando que son esenciales para la viticultura local.

"Aunque estas torres emitan ruidos que superan las normas autorizadas, unas condiciones climáticas excepcionales exigen medidas preventivas excepcionales", ha declarado Timothée Dufour, abogado de los viticultores de Cognac.

Pero los vecinos de Saint-Ciers-Champagne siguen luchando y han presentado una queja formal ante el Prefecto regional.

 

Parece que estás en Asia, ¿te gustaría ser redirigido a la edición de Drinks Business Asia edition?

Sí, llévame a la edición de Asia No